El Frente Docentes en Lucha, junto al activismo docente en la Universidad Nacional de Córdoba, presentó la lista Fucsia y Blanca de cara a las elecciones para renovar autoridades en la Asociación de Docentes Universitarios, Preuniversitarios e Investigadores de la UNC (Adiuc). Se trata de la única lista de oposición y estará encabezada por Juan Balussi, docente de la Fac. Cs. de la Comunicación, y Cecilia Carrizo, docente de la Fac. de Cs. Sociales.

La convocatoria a elección lanzada por la conducción del Adiuc fue realizada en pleno receso de verano, con las facultades y escuelas aún cerradas, en un claro intento por bloquear cualquier posibilidad de organización de la oposición docente. Sucede que tras dos años de pandemia y virtualidad se profundizó como nunca la degradación del salario y las condiciones laborales de la docencia, con la sobrecarga laboral y el desconocimiento flagrante del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT). En este punto, la conducción kirchnerista del Adiuc tuvo un rol decisivo, lo que le ha generado un descontento creciente entre la docencia, incluso dentro de su propia base.

Las paritarias a la baja, que viene pactando la burocracia de Conadu, han dejado al 70% de la docencia de Córdoba bajo la línea de la indigencia. En enero de este año, el salario básico de bolsillo para el cargo testigo (ayudante de 1º con dedicación semiexclusiva) fue de $27.059.59, mientras que hoy la línea de indigencia se coloca en los $34.334.

A la luz del acuerdo con el FMI, esta situación se va a profundizar. La reducción del gasto fiscal exigida por el fondo afecta de manera directa e indirecta, vía recorte presupuestario y salarial, y vía tarifazos. De hecho, comenzamos el año con aumentos al agua, el transporte y los peajes, mientras la inflación llevó los costos de la canasta alimentaria por las nubes.

La alianza de los ajustadores

Con una conducción integrada abiertamente al gobierno nacional, nuestro sindicato ha quedado sumido en la más absoluta parálisis, si de defensa del salario y del CCT se trata. A pesar del enfrentamiento circunstancial entre el Adiuc y la conducción de Conadu, lo cierto es que han dejado pasar el ajuste salarial sin siquiera poner las manos. El encono con De Feo no pasa de una rosca por la caja de la Federación. Sin ir más lejos, a pesar de contar con mandato de rechazo, Javier Blanco (Sec. Gral. del Adiuc) se abstuvo en la última aceptación paritaria argumentando que “no tenían los resultados de la encuesta docente”.

El planchazo del Adiuc fue anticipado explícitamente en plena huelga universitaria de 2018, cuando Pablo Carro (diputado kirchnerista y exsecretario general de Adiuc), afirmó que no es necesario un gremio fuerte “sino un gobierno que responda”. Tras dos años de gobierno kirchnerista, las únicas respuestas obtenidas fueron de ajuste.

Pero su integración al gobierno los ha llevado aún más lejos. Colocándose como garantes del ajuste en la UNC, han estrechado alianza con la gestión del rector Hugo Juri y los decanatos, ahogando la paritaria local. Así las cosas, a las paritarias a la baja, se suma una política deliberada de las camarillas universitarias de romper los cargos full time para multiplicar las dedicaciones simples, que cuenta con el aval implícito del sindicato. De esta forma, sostienen la educación superior a base de la superexplotación, el trabajo ad honorem de ayudantes alumnos y adscriptos y un empobrecimiento generalizado de docentes e investigadores.

En este escenario, no sorprende que las camarillas K (Vamos y Adiuc) no descarten una alianza con el radicalismo de cara a las próximas elecciones de rector a realizare en junio, reeditando una dupla con Jhon Boretto, decano radical de Ciencias Económicas.

Una campaña que organice las unidades académicas

La lista Fucsia y Blanca, impulsada con el Frente Docentes en Lucha y el activismo, está integrada por docentes de 12 unidades académicas. Entre ellos se destacan docentes que organizan la defensa del salario y el CCT en sus unidades académicas, luchadores en defensa de la Daspu (obra social de las y los trabajadores universitarios), como así también reconocidos defensores del ambiente, y los derechos de la mujeres y diversidades.

Con la presentación de la lista buscamos forjar un punto de reagrupamiento de la docencia universitaria y preuniversitaria, capaz de organizar la lucha contra el ajuste del gobierno, Juri y los decanatos. Más que nunca, necesitamos un sindicato independiente de las autoridades, que impulse las asambleas por unidades académicas y asamblea general con mandatos, para organizar la lucha en defensa del salario. Para que ningún docente quede bajo la línea de la pobreza, para terminar con el trabajo ad honorem, defender el CCT, la Daspu y una cursada que garantice condiciones sanitarias y de trabajo.

Lanzamos nuestra campaña con el desafío de organizar las unidades académicas de cara a la próxima paritaria, rechazando el techo del 40% que quieren imponer desde el Ministerio de Trabajo y Educación, para reclamar un salario para el cargo testigo de $82.000.

Invitamos al activismo y la docencia a sumarse a la campaña, acompañando las recorridas por las unidades académicas, impulsando asambleas y reuniones, y sumándose al plenario abierto de la lista que tendrá lugar el próximo viernes 25 de febrero, vía virtual.