Sindicales

20/11/2008|1064

Elecciones en el sindicato de la pintura

El 27 de noviembre habrá elecciones en el gremio de la pintura. La novedad es que, después de 35 años, habrá una lista opositora a la burocracia de Zambelletti, entregadora directa de nuestros compañeros Fisher y Buffano a la Triple A, colaboradora de las patronales y de todos los gobiernos, y activa participante de la CGT de los gordos en los tiempos menemistas.

La oposición surge de un proceso de descomposición del oficialismo: vaciamiento del Cuerpo de Delegados, paritarias atrasadas que se firman un año después, indefensión de los delegados frente a los ataques patronales, entrega de la reivindicación de la antigüedad, caída vertical de la afiliación, deterioro de la obra social. Todo esto llevó a la escisión de elementos de sus propias filas en medio de amenazas cruzadas de corrupción.

Como resultado de esa división, surgió la Lista Azul. Su candidato a secretario general, Carlos Popp, fue miembro de la conducción de Zambelletti; ha puesto como su única bandera la oposición a la “dictadura zambellettista”, pero sin definir un programa que indique cómo se acabará con esa dictadura. La Azul no tomó el compromiso de funcionar por asamblea general del gremio o por plenario de delegados con mandato. Carece de compromiso de luchar por la reapertura de las paritarias para quebrar las cuotas y los topes que siguen el libreto moyanista.

Ha colocado a la Agrupación 2 de Diciembre, que crearon los activistas de la lista, como expresión “justicialista” con el patrocinio expreso del moyanismo. Esto no resultó de un debate o una votación, sino simplemente por omisión; jamás los delegados que integran la Azul pudieron votar un programa a pesar de que una fracción de ellos lo propuso.

Integran la lista delegados de las más importantes empresas, como Sinteplast, Alba, Colorín y Basf. Otros, representativos de grandes luchas, como Tersuave, cuyas dos plantas unidas lograron aumento, el más importante mediante un paro, han sido relegados a lugares secundarios. Es que los candidatos que no fueron votados a partir de asambleas de las plantas ni en plenario de la lista. Están dadas todas las condiciones para el surgimiento de una burocracia sustituta a la de Zambelletti.

La tendencia natural del gremio será a votar contra el verdugo conocido y repudiado durante décadas, autor de recientes purgas y persecuciones de delegados opositores, incluidas cartas documento a las patronales acusando a los compañeros de ser militantes del Partido Obrero (entre otras “inconductas”). Pero eso no ahorrará la tarea de luchar por una nueva dirección que enfrente los topes salariales y los despidos y suspensiones.

Por ello una fracción de delegados y activistas se ha dado a la tarea de construir una agrupación clasista sobre nuevas bases de independencia política de los trabajadores y de soberanía de la asamblea obrera, cualquiera sea el resultado de la elección.

El programa que levantan es el siguiente: asambleas generales que discutan salario, convenio y obra social; funcionamiento en plenarios de delegados, con mandatos de asamblea en cada fábrica; reapertura de las paritarias; salario igual a la canasta familiar; defensa incondicional de los puestos de trabajo; antiguedad al 2%; 82% móvil para los jubilados; fuera la burocracia sindical; por un sindicato independiente del kirchnerismo y de las patronales.