La lista de Bazán tuvo un notable retroceso en las elecciones realizadas el pasado 18 de noviembre, al caer de 720 votos, hace dos años, a 540; un retroceso similar sufrió la lista Celeste y Blanca (representante de la vieja burocracia del gremio) que pasó de 250 a 160 votos. La lista Verde, que centró su campaña en la lucha contra la privatización y en la denuncia de que Bazán está entregado a la misma, obtuvo 120 votos.

Para Gustavo Spedale (ex secretario de Interior del SIPOS, de la lista Verde) las elecciones muestran una profunda desconfianza que existe en los trabajadores hacia la dirección sindical y la conciencia de que ésta no está dispuesta a luchar contra la privatización; entre los trabajadores existe una marcada preocupación por el futuro de los puestos de trabajo.

Bazán está comprometido con algunas variantes de la privatización, a pesar de que se declare opuesto a la misma. Es síndico de la Cooperativa Aguas del Suquía, formada por los trabajadores a instancias de la dirección sindical que la presentó como la variante para impedir que una privatización consume el objetivo de despedir trabajadores. Rápidamente la Cooperativa buscó entrar al negocio en asociación con capitales internacionales. Bazán también apoyó el planteo del intendente angelocista Martí, que prevé una empresa “mixta” (con dominio del capital privado) en la que se otorgan acciones a los trabajadores. Bazán ha hecho efectiva su renuncia al cargo de secretario general, renuncia con la que había amenazado al principio de la campaña electoral, pero negándose a sacar su nombre de la lista de candidatos; el resultado electoral le frustró la realización de una asamblea en la que los trabajadores le “solicitarían” que no haga efectiva su amenaza; Bazán decidió quemar las naves y jugarse con todo al “decorativo” puesto de síndico y asesor del gremio en materia de privatización.

Spadale destaca el acierto de haber presentado la lista Verde, que juntó al activismo del gremio. Para él, la presentación de la lista y su votación abren la posibilidad de una lucha contra la privatización y que la función de la misma es justamente organizarla, para impedir la liquidación de las conquistas obreras y la defensa del Estatuto.