El Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado de Mar del Plata (Soip) ha convocado a elecciones para el 10 de septiembre en medio de una importante crisis entre diversas fracciones de la burocracia.

Hasta el momento, la actual conducción se presenta partida en dos listas: Celeste, de los Salas-Verón, y la Negra y Blanca, de Cristina Ledesma (aún secretaria adjunta).

También se presentarían la Granate y la Naranja, que pueden caracterizarse como desprendimientos de la  burocracia actual o anterior del gremio.

Las divisiones que se presenta la burocracia responden a las fracturas del Frente para la Victoria y el peronismo, a su vez referenciadas en la CGT Moyano y la CGT duhaldista, hegemónica en Mar del Plata.

Todos han sido artífices y garantes de la liquidación del convenio de 1975, promoviendo como Anexo el convenio Pyme que condena a los trabajadores a tener convenios por fábrica, ligados a la productividad.

Esto ha significado una prostitución del blanqueo y un engaño: mientras en los sobres figura el convenio ’75, lo que rige es el Anexo. Por el mismo, se generalizan las sumas atadas al presentismo y permanencia; se impone la obligación de procesar todo tipo de materia prima (facilitando la depredación), la jornada de nueve horas y se liquida la “vieja” garantía horaria.

Todos los trabajadores que se han blanqueado en los últimos seis años, y que hoy forman parte del Soip, son los blanqueados por este sistema de Anexo Pyme.

El salario de todas las ramas se ha derrumbado a tal punto, que la vieja referencia de ganar por un kilogramo de pescado procesado el costo de un boleto de ómnibus se ha liquidado: el kilogramo está alrededor de 1 peso y el boleto está a 1,80 pesos (y en aumento).

Para que el Soip sea de los trabajadores

Los obreros y obreras del pescado que forman la Bordó están armando la lista con recorridas de fábrica y mesas de agitación.

La tarea es titánica debido a que los principales referentes de la Lista Bordó han sido echados de sus fábricas apenas terminó la elección anterior.

Recuperar el Soip es imprescindible para reabrir las paritarias y llevar a la realidad el reclamo del paro de abril: que se discuta el salario luego de mitad de año, conscientes de que la conquista a través del paro del 20% no alcanza para superar la inflación.

Permite colocar en la discusión paritaria el verdadero convenio único, basado en el ’75: recuperar el valor hora/kg merluza, garantía horaria actualizada, jubilación por insalubridad a los 52 años, ocho horas de trabajo y, para un gremio formado mayoritariamente por mujeres, derecho a guardería. Es una tarea para un Soip de lucha, independiente de los patrones, del gobierno y de sus partidos afiliar a los trabajadores en negro y encarar la lucha conjunta por el blanqueo definitivo de todos los trabajadores de la industria del pescado.