Sindicales

7/10/2010|1149

Elecciones en la Utpba: El Frente de Unidad ganó en las empresas de Capital y Gran Buenos Aires

La burocracia, un "cero a la izquierda"

La Naranja de Prensa

En una elección plagada de irregularidades, el Frente de Unidad se impuso con el 56% de los votos a la lista oficial de la UTPBA en las empresas periodísticas de Capital Federal y el Gran Buenos Aires. La lista encabezada por Osvaldo Bayer, de Página/12, y Eduardo De la Fuente, de Télam, ganó en Clarín, Télam, Canal 13, La Nación, Perfil, La Prensa, Crónica, Crítica, Página/12, Ambito Financiero, Revista Veintitrés, Noticias Argentinas, DyN, BAE, Diario Popular, Publirevistas de La Nación, El Sol de Quilmes, entre otras empresas. En varias de ellas, la burocracia no obtuvo ningún voto. El triunfo en los diarios, canales y radios tiene su lógica, ya que 50 delegados dieron su aval a la conformación del frente. La mayoría absoluta del cuerpo de delegados está con el Frente. La lista oficialista impone su mayoría en jubilados (en donde la oposición logró el 15% de los votos), en las FM del GBA y en las llamadas urnas de “colaboradores”, que mediante un abuso del padrón “trucho” permitieron votar a individuos sin acreditar ningún tipo de relación laboral ni demostrar su real pertenencia al gremio. A pesar del fraude cometido por el oficialismo, el Frente de Unidad supera en la votación general el 25%, lo que le permite acceder a los cargos por minoría, cuestión que la burocracia se niega a reconocer. El bajísimo nivel de afiliación en las empresas, producto de una acción conciente de la dirección sindical y del repudio a la burocracia en la base del gremio, hace caer los porcentajes frente al padrón “trucho”.

El Frente de Unidad ya en junio impugnó la Asamblea de Junta Electoral porque a la misma ingresaron centenares de personas que no acreditaron su afiliación al gremio. El oficialismo negó al Frente de Unidad las boletas de su lista y el acceso a los padrones, los que, además, fueron alterados discrecionalmente por la Junta Electoral durante el transcurso de las cuarenta y ocho horas continuadas de votación. Hubo urnas en que los votos superaban a los votantes. Todas estas maniobras contaron con el aval del Ministerio de Trabajo, que ni siquiera respondió un recurso de queja presentado al ministro Tomada. El fraude pudo ser parcialmente controlado gracias a la gran movilización de más de 120 fiscales opositores (50, de la Naranja), que se volcaron al control de las urnas a pesar de que la burocracia se negó a otorgar los permisos gremiales. El Frente realizó una caravana recorriendo las trece principales empresas de la ciudad, con actos en cada una de ellas. El cierre, en la puerta de Crítica, contó con la presencia de 150 compañeros. La Naranja editó miles de afiches y volantes, y tres boletines en la lucha por poner en pie una nueva dirección en el gremio de prensa. El triunfo del frente en las empresas expresa un voto por la convocatoria a paritarias (ya que la UTPBA es el único sindicato que no las reclama), en defensa de los cinco meses de lucha en Crítica, por la elección de delegados en Clarín y en todo el gremio, por la recuperación de la vida gremial y contra el vaciamiento de la obra social. En esta última, la Naranja realizó una gran actividad en la puerta denunciando su estado calamitoso y llamando a los jubilados y activos a organizarse en su defensa y por el 82% móvil. Los integrantes del Frente de Unidad celebraron al cierre del comicio el acceso a la minoría que el oficialismo se niega a reconocer. El Frente de Unidad presentará en el Ministro de Trabajo todas las irregularidades detalladas y el reclamo de reconocimiento de los cargos correspondientes a la minoría. La nueva conducción de la UTPBA ha quedado deslegitimizada. El repudio masivo a la burocracia que se ha expresado en estas elecciones plantea la necesidad de una autoconvocatoria de la mayoría del cuerpo de delegados y de las agrupaciones opositoras.