En consonancia con la pretensión del gobierno nacional, en marzo pasado Armando Cavalieri acordó con las patronales un "aumento" salarial del 20% (y dos sumas no remunerativas de $1000) para el período abril-septiembre.

 

De acuerdo a los índices inflacionarios, el primer semestre cerró con un aumento de precios cercano al 30%, es decir que los trabajadores mercantiles perdimos poder adquisitivo con ese acuerdo del que no fuimos partícipes. Respecto al segundo semestre, ya está comprobado que no será la panacea que el gobierno pretendía vendernos.

 

Para esta segunda etapa en negociación, varios medios informan (una vez más, no hay ningún comunicado oficial del gremio a los trabajadores) que Cavalieri pediría un 25% a cobrar entre octubre y marzo 2017. Vale aclarar que no es acumulativo al último “aumento”, por lo tanto se calcula sobre el salario de marzo 2016 y representa menor porcentaje real al informado.

 

A todo esto, la inflación anualizada estaría cercana al 45% y, en el mismo cuadro, los trabajadores venimos enfrentando despidos, precarización y flexibilización laboral, tarifazos y anuncios de mayor ajuste (reforma jubilatoria, ART, “ley de primer empleo”, etc) que el secretario general de los mercantiles dejó pasar a cambio de contar con una parte del dinero de las obras sociales que venían siendo retenidas por el estado y un escandaloso fallo de la Corte Suprema de Justicia que pretende otorgarle el monopolio de convocar paros a las directivas gremiales que precisamente se rehúsan a luchar, tal como lo expresara el mismo Cavalieri llamando a dosificar esfuerzos porque “tenemos tres años más para hacerle muchos paros a Macri” (La Nación, 9/9).

 

Pero los trabajadores no podemos esperar ante esta situación, ni depositar expectativas en quien hace 30 años dirige el gremio pactando con las patronales y gobiernos de turno a espaldas de los trabajadores.

 

Llamamos a todos los mercantiles a tomar en nuestras manos la lucha contra el ajuste a partir de la organización de cada lugar de trabajo y, mediante asambleas, discutir y votar un pliego de reivindicaciones y un plan de lucha para conquistarlas.