Sindicales

25/9/2008|1056

En Capital vamos por las 72 horas

Tribuna Docente (Capital)

El paro docente del 17 y 18 de septiembre en Capital fue rotundo, tuvo un 95% de acatamiento. El paro repitió los niveles de adhesión de los anteriores (17 de julio y 3 de septiembre), muy a pesar del intento del gobierno de quebrar la huelga amenazando con descontar los días de paro: Macri instó a los directivos a elevar las listas de huelguistas de cada escuela para efectivizar los descuentos y armar listas negras. La docencia porteña le respondió parando masivamente.

Directivos y supervisores de varios distritos, comenzando por el 11 y el 21, se pusieron de acuerdo para no elevar las listas de huelguistas, una señal más del estado de insubordinación generalizado que recorre el gremio. La confluencia en la movilización de los trabajadores estatales de ATE y de los contratados de educación demuestra que en las bases obreras municipales crece la tendencia huelguística.

La dirección celeste de UTE, sin embargo, se empeñó en transformar la movilización en un acto de apoyo al PJ kirchnerista de capital – en estado de descomposición- , pero los compañeros docentes supimos marchar con nuestras propias banderas. El kirchnerismo es el mismo que pactó el mínimo de 1.290 pesos, los 180 días de clase contra el derecho a huelga y que en la provincia de Buenos Aires tiene como meta principal quebrar el reclamo de aumento salarial docente.

Durante el paro, se realizaron actividades locales y asambleas distritales. En la asamblea autoconvocada del distrito 19 se decidió impulsar un paro por 72 horas, proponiendo la fecha de 30 de septiembre, 1º y 2 de octubre. En la asamblea del distrito 21 se resolvió impulsar una campaña por mandatos de escuela para resolver cómo seguir la lucha.

En el distrito 8, luego de una actividad de difusión del conflicto que convocó a unos ciento cincuenta docentes y padres, se armó una asamblea donde también participaron representantes de la dirección de Ademys y de la celeste de UTE. Diversas intervenciones de compañeros independientes y de la Lista Rosa destacaron el fracaso de Macri en quebrar la huelga mediante los descuentos y la necesidad de coordinar las medidas de fuerza con los docentes de provincia de Buenos Aires, proponiendo parar 72 horas. Un sector de la asamblea denunció el rol del kirchnerismo, contrario en todo el país a los reclamos docentes. La reunión se pronunció por una asamblea general de la Ciudad, con mandatos, para el próximo miércoles, frente a la dilación de la dirección Celeste, que viene de levantar el plenario del 19 y no ha fijado fecha para el próximo.

Narodowsky y Macri han convocado al “diálogo” a los gremios para el próximo jueves. Pero en la agenda de esta reunión… ni siquiera ha sido incluido el tema salarial. Postergar la deliberación docente y la continuidad de la lucha en función de ese “diálogo” mentiroso es injustificable.

Mientras tanto, Macri sigue respondiendo a las demandas docentes con provocaciones. Mientras amenaza con descuentos inconstitucionales y dice que “no hay plata”, confiesa que el presupuesto de la Ciudad crece al ritmo de los impuestazos al ABL y al consumo. Propuso un aumento de 100 millones para subsidios a las escuelas privadas (donde no rige el Estatuto del Docente), mientras recorta becas, echa contratados y cierra programas educativos enteros. En respuesta al último paro, Narodowsky declaró “el ciclo lectivo está en riesgo porque en ‘las escuelas públicas estamos al límite de llegar a los 180 días de clase'”, omitiendo que el primero que puso en riesgo la educación es el propio gobierno, con los salarios de miseria, las escuelas sin gas y el recorte de las becas.

Frente a este panorama, las resoluciones de las asambleas distritales marcan el camino. Para obtener nuestras reivindicaciones, necesitamos continuar el plan de lucha con un paro de 72 horas. Una franja importante de la docencia entiende que se terminó el tiempo de los paros de advertencia y que es necesario avanzar en medidas contundentes. La resolución de este sector contrasta con las vacilaciones de la burocracia celeste de UTE, producto de sus propios acuerdos con el kirchnerismo.

Para impulsar la movilización y el plan de lucha, el camino es impulsar la deliberación del conjunto de los compañeros. Para esto, impulsemos mandatos en asambleas por escuela para resolver cómo seguir. Se impone la convocatoria a una asamblea general de la Ciudad, por parte del conjunto de los gremios docentes, y coordinar con la provincia de Buenos Aires las medidas de fuerza. Estas son las propuestas que Tribuna Docente y la Lista Rosa se plantean desarrollar para llevar la lucha docente a la victoria.