Sindicales

8/6/2000|667

En docentes se perdió una batalla, saquemos las conclusiones

Con la negativa a los principales reclamos (eliminación del pago en tickets alimentarios y restitución del ítem antigüedad), algunas promesas de titularizaciones y sin conquistar el pagó de los días de paro, se levantó el corte de ruta luego de 72 horas.


Se llegó al corte luego de varias semanas de paros. En la asamblea previa se debatieron dos posturas: la de Tribuna Docente impulsaba la provincialización del conflicto, movilizando para el viernes 2 a la capital junto a los demás gremios y a la asamblea provincial de Autoconvocados que se reunía ese día. La otra postura fue ir al corte inmediatamente, con la expectativa de que hubiera respuestas o soluciones a “nivel del departamento”. Se fue al corte a pesar de que había ganado por escaso margen la moción de provincializar.


Una vez en la ruta se acercaron rápidamente los piqueteros para prestar su colaboración con las maestras, planteando de entrada que era una presencia solidaria “de apoyo” y que ellos no sumarían sus reclamos al petitorio. Hubo prejuicios y algunos planteos sectarios de los docentes que rechazaban la presencia de otros sectores; lo mismo ocurrió al momento de acercarse los trabajadores del hospital que, finalmente, igual que los piqueteros de las comisiones de desocupados, se incorporaron a la ruta (en el caso de la salud con su propio petitorio y parando en el hospital desde el viernes 2).


La presencia de los piqueteros constituyó una suerte de “guardia obrera”, fundamental para que los maestros sostuvieran el corte.


Desde los diputados por el departamento de la Alianza y el PJ se armó un operativo para forzar el levantamiento del corte y una “rendición incondicional” de los docentes. En esta línea, el gobierno presionó para imponer una negociación fuera de la zona, en Salta Capital, condicionando el diálogo a aperturas parciales de la ruta y metiendo miedo con los procesos judiciales que se abrirían a los responsables del corte.


El otro componente de la maniobra era dejar afuera de la comisión negociadora a ‘Perico’ Raineri, dirigente de Tribuna Docente y representante por los docentes de Mosconi. En ausencia de compañeros de Tribuna, que habían concurrido a la asamblea de Autoconvocados en la Capital, el gobierno y los diputados terminaron imponiendo todas sus condiciones.


Viajó una comisión, sin Raineri, y se aceptaron las aperturas parciales.


Se mandó un fax a la una de la mañana del domingo, lo que imposibilitaba hacer una asamblea, sin luz, sin la presencia de los miembros de la comisión negociadora que se comunicaban desde Salta pidiendo que se aceptara el acta acuerdo, y en algunos casos diciendo que si no se aceptaba el acuerdo ellos iban a quedar detenidos…


En estas condiciones, con unos doscientos docentes presentes en la ruta, se provocó la división entre los que impulsaban que la comisión volviera y se analizara el pliego al día siguiente, en una verdadera asamblea (apoyada por TD), y los que apoyaban la firma del acta y el levantamiento sin condiciones (apoyada por algunos activos militantes de la Iglesia). Sin que haya acuerdo en la asamblea de la ruta, la comisión terminó firmando el acta por su cuenta.


Conclusiones y tareas


En medio de todo este proceso de luchas y a sólo 15 días de la pueblada, De la Rúa anunciaba su paquete de medidas que golpea en particular la jubilación de las mujeres, a las que se obliga a jubilarse a los 65 años; y anuncia la prórroga de las concesiones a las petroleras privadas, que seguirían diez años más con exenciones impositivas saqueando los recursos del departamento. Nada puede esperarse de la Alianza y el PJ, que se unen para imponer la rendición a los movimientos de lucha o para enviar a la policía y los gendarmes contra los piqueteros mientras aplican en común estos paquetes antiobreros y viabilizan el saqueo de las riquezas provinciales a manos de los grandes capitales.


Hay que fortalecer Tribuna Docente para preparar una dirección consecuente, capaz de superar las presiones del gobierno y de sus diputados en base a la unidad de clase con el resto de los trabajadores. En esta dirección, trabajar por la estructuración de los Autoconvocados en toda la provincia, impulsar una lucha en común y expulsar a la burocracia de la ADP. En lo inmediato, impulsar un Congreso de Delegados de Base en el departamento, con delegados de todos los sectores en lucha, para unir los reclamos y discutir un paquete de medidas con el fin de frenar el saqueo de las petroleras y los latifundistas en la zona.