Sindicales

17/5/1993|391

En Educación: La demagogia duhaldista tiene patas cortas

Duhalde y Gianetasio, su Directora General de Escuelas, han entregado libros y útiles a establecimientos escolares carenciados del conurbano bonaerense, pero no por ello han olvidado su propósito fundamental que es destruir la escuela pública. En efecto, mientras estos libros y útiles son entregados han comenzado a cerrarse direcciones de infraestructura de consejos escolares. Como para muestra basta un botón, daré el de Florencio Varela, que dejó sin efecto la desinfección de algunas escuelas por el motivo mencionado. Junto a esto, la desaparición de infraestructura dará lugar al aumento del abandono de los establecimientos escolares que ya están sumergidos hoy, y muchos de ellos con amenazas de extinción por las condiciones de su edificación, instalación eléctrica, condiciones sanitarias, etc. Se pueden dar algunos ejemplos de lo sucedido en los años más recientes: la escuela Nº 1 de Varela, pintada a nuevo en ocasión de su centenario sufrió el derrumbe de uno de sus techos, hace poco tiempo; en 1992 el padre de un alumno murió electrocutado al intentar una refacción en la escuela Nº 41; hace un mes, una maestra de Barrio Pepsi sufrió una descarga eléctrica mientras tocaba el timbre de la escuela; hace 3 años la escuela 19 se derrumbaba, lo que dio lugar a su abandono. Ahora, que tenemos el Ente de reparación histórica, con 4.000 millones de pesos en su poder, no hay más dinero para las escuelas, lo cual revela que ese dinero será destinado a curros entre camarillas de funcionarios y empresarios amigos. Ahora, con toda seguridad, desde la Dirección General de Escuelas comenzarán a llegar directivas intentando imponer el pago compulsivo de cooperadora y otras apretadas por el estilo, como ya sucede en escuelas medias transferidas de la Nación. El resultado pretendido será el hundimiento definitivo de las escuelas implantadas en barrios de población que vive en condiciones miserables y la privatización de aquéllas cuya infraestructura es apetecida por comerciantes de la educación, como por ejemplo la escuela Nº 10 de La Plata. Es imprescindible denunciar entre los docentes, padres de los alumnos y los estudiantes esta situación exigiendo la triplicación del presupuesto educativo, el no pago de subsidios a las escuelas privadas, 500 pesos de básico para los docentes y defender la escuela laica, gratuita, estatal, única.