Sindicales

20/4/2020

En las metalúrgicas Guidi y Calorex continúan los ataques salariales

Caído el “acuerdo” de reducción salarial de la UOM y las patronales, ahora golpean al salario fábrica por fábrica.

La UOM tenía preacordado suspensiones con un recorte salarial del 30%, para todas las metalúrgicas del país, lo que desató un rechazo masivo, alcanzando incluso a delegados afines a la conducción del gremio, lo que derivó en la caída del acuerdo general, por lo menos por ahora. Sin embargo, el audio del Barba Gutiérrez anunciando la caída del acuerdo dejaba planteado que los ataques salariales vendrían fábrica por fábrica, aislando los conflictos que surjan desde la base metalúrgica, y desactivando un cuadro explosivo. Una maniobra clásica de la burocracia que le escapa a cualquier acción de conjunto del gremio más que a la peste.


Guidi pagó el 50%, y sigue los pasos de su “cliente” Toyota


La autopartista ubicada en Almirante Brown, depositó la mitad de los salarios, anunciando que se está discutiendo un acuerdo con la UOM, y que al firmarse se depositará lo restante. La firma que lidera Carolina Castro, ya da por descontado que se pondrá en pie nuevamente el acuerdo con la UOM para todo el gremio. De todas maneras, esta patronal, que tiene por costumbre atropellar a los trabajadores levantando los niveles de producción, suspendiendo, despidiendo y ejerciendo persecución sindical, cuenta con la colaboración de los delegados y el gremio, quienes dejan pasar todos estos atropellos de manera cómplice.


Guidi es una verdadera tercerizada de Toyota, y otras automotrices que han levantado en pala millones durante años; mientras Toyota planea producir al 50% y ya arregló con el Smata de Pignanelli suspensiones al 65%, Guidi quiere aplicar el mismo mecanismo en esta planta que produce al compás de sus clientes. 


Calorex no paga salarios


La situación de Calorex, fábrica de cocinas ubicada en Hedo, grafica la orientación de entrega que viene de larga data por parte de la conducción de la UOM. Desde de diciembre que vienen suspendiendo fuerte, trabajando solo 2 días, con salarios recortados. No pagaron los bonos ni el aguinaldo a ninguno de los 40 trabajadores. En los últimos dos años, despidieron cerca de 60 trabajadores. En este período, la “orientación” del sindicato fue que no convenía hacer la denuncia al Ministerio de Trabajo porque se corría el riesgo de que cierre la planta. Una extorsión del sindicato favorable a la patronal para no denunciar, y mucho menos luchar, por el salario y contra los despidos. Esta línea de la burocracia de UOM está en la base del derrumbe del salario metalúrgico, y es el terreno donde crece y se expande la bronca y rechazo a estos dirigentes. En Calorex depositaron 5 mil pesos el mes anterior, y ni un peso ahora.


La situación es intolerable. Hay que reclamar en Guidi, en Calorex, y en todas las fábricas metalúrgicas, el pago íntegro de los salarios, y ningún despido. El decreto de Alberto Fernández que prohíbe despidos y suspensiones, está manifestando claramente su carácter ultralimitado, porque permite suspensiones con recorte salarial siempre y cuando haya un acuerdo entre el empleador y el sindicato, léase burocracia sindical. Hay que rechazar estos acuerdos inconsultos. La conducción de UOM no tiene ningún mandato para decidir. Que se convoquen asambleas de fábrica y plenarios de delegados para deliberar y resolver un plan de acción de conjunto de todo el gremio para enfrentar este ataque patronal a los salarios y a los puestos de trabajo.