Sindicales

18/9/1997|557

En Malvinas Argentinas le dan la espalda y exigen trabajo

No sólo las encuestas le producen dolor de cabeza a Duhalde, consciente de que a la campaña del PJ no la levanta ni con el bombo armado alrededor de la candidatura de su mujer. Duhalde largó la orden de ‘movilizar el aparato’ el sábado 13 en Malvinas Argentinas, alarmado por la creciente pérdida en la intención de voto (Clarín, 14/9).


La ‘caravana’ comenzó en Los Polvorines y sólo pudo recorrer, como dice Clarín, tres kilómetros. Lo que el diario de la Noble oculta, sin embargo, son las causas de tan escaso recorrido.


Si la realidad es la única verdad, Duhalde no pudo menos que soportar el creciente repudio de la población. En Los Polvorines prácticamente nadie acompañó al ‘duhaldismo’. Los escasos trabajadores que circulaban en medio de calles atestadas de banderas celestes y blancas (ídem) no sólo no se sumaron a la ‘caravana’ , sino que le reclamaron voz en cuello trabajo para los desocupados.


Pero la indiferencia y el reclamo de Los Polvorines se transformó en directo enfrentamiento con la patota del intendente Canglino en Grand Bourg, cuando el ‘aparato’ se enfrentó con los pobladores a los gritos; los carteles pegados anunciando la llegada de Duhalde habían sido arrancados masivamente. Al llegar a las cinco esquinas, uno de los lugares más céntricos de Grand Bourg, la desesperación del aparato terminó en refriega con la gente que abucheó a la caravana, exigió trabajo y repudió a Duhalde y su comitiva al punto que, azorados, la Chiche, su marido, Ubaldini y toda la cría debieron dar la vuelta y desaparecer del lugar.


Malo el signo de Duhalde en los distritos del ex General Sarmiento. El desprestigio es abrumador en San Miguel. Aquí, el peronismo ostenta el logro de tener un ex intendente preso por malversación de fondos, cabeza de un aparato profundamente odiado por la población, hastiada de los curros y de las apretadas. Al extremo que, ante las obligadas elecciones a intendente debió buscar aire con Rico, al que sostiene como ‘su’ candidato, para disgusto del ‘aparato’. Rico, un carapintada que ha perdido hasta sus tiznes nacionalistoides.


Más que nunca, ni Menem-Duhalde-Rico ni la Triple Alianza.