Sindicales

3/11/1994|431

¿En qué andan el CTA y el MTA?

Zona Sur, un plenario revelador

El 15 de octubre pasado, se realizó un plenario convocado por la Mesa de Enlace CTA-MTA de Quilmes, Varela y Berazategui. Estuvieron presentes las comisiones directivas de ATE, SUTEBA, Judiciales y también delegados y activistas de gremios de la zona. El plenario, de unos 70 compañeros, constituyó la primera iniciativa de estas organizaciones luego de la convocatoria a la Marcha Federal. El trabajo de las tres comisiones en que se subdividió el plenario (Salud, Educación, Desocupación) reflejó el interés de los activistas presentes por retomar una lucha de conjunto frente a la ofensiva del gobierno y los capitalistas. Se votaron resoluciones de lucha contra la implementación de la Ley Federal de Educación; contra el vaciamiento del IPS provincial y el traspaso a la Nación; por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; por una marcha regional y una nueva marcha nacional.


Estas proposiciones, sin embargo, se dieron “de cabeza” con los propósitos de la Mesa del Plenario: Cayo Ayala (Obreros Navales, CTA) ignoró los pronunciamientos y llamó a convocar al empresariado nacional (parte del cual habría “abandonado el modelo neoliberal”) a “un nuevo modelo de país”.


Esto fue rebatido por una compañera que planteó que no estaba de acuerdo en que el plenario convocara al Congreso del Trabajo y la Producción. Que el empresariado nacional no era tal, porque se ha alineado con todos los planes del imperialismo que llevaron a cabo los distintos gobiernos. Que las patronales, también pequeñas y medianas, son las más interesadas en imponer la flexibilidad laboral y la tercerización de la economía (explicando la misma). Que la clase obrera no debe ser furgón de cola, ni tampoco la columna vertebral (que soporta el peso), sino la cabeza de la lucha contra el capitalismo. Y que los trabajadores somos los únicos que hemos luchado consecuentemente contra todos los planes de entrega.


Alguien dijo “que no todos los patrones son malos” y Cayo Ayala respondió que se había referido a los pequeños y medianos empresarios, a los que reivindicó, diciendo entre otras cosas que habían participado en la junta de un millón de firmas contra la jubilación privada.


Intervino otra compañera diciendo que era correcto unir a todos los que se oponen al gobierno. Pero que los pequeños empresarios eran los más interesados en la privatización de la educación. Que muchos de éstos son grandes patrones de escuelas privadas. Y que los trabajadores estamos en contra de la privatización de las escuelas.


Desde la mesa respondió la secretaria general del SUTEBA-Quilmes, diciendo que compartía la posición clasista de las compañeras, pero que estamos en una “etapa de desindustrialización” y que un gran sector de productores agropecuarios y pequeños empresarios han sido empobrecidos. Reivindicó el paro agrario y mencionó que la “había emocionado” la presencia de las Pymes en la Marcha Federal.


Intervino entonces una compañera docente para plantear que lo de patrones buenos o malos era algo totalmente subjetivo. Que los pequeños y medianos empresarios se recuestan de un lado o de otro según convenga a sus intereses. Que hoy, producto de la crisis, apoyaron la Marcha Federal pero en la dictadura estuvieron con el gobierno. Que un claro ejemplo de que las Pymes son las más interesadas en imponer la flexibilización son los patrones de quintas de Hudson y Varela, que superexplotan en condiciones infrahumanas a los peones rurales. Donde los chicos abandonan la escuela para recolectar flores. Que es la clase obrera la que debe marchar a la cabeza de la lucha contra el gobierno y sus planes, pronunciándose contra la convocatoria al CTP.


Distintos delegados cuestionaron la propuesta, señalando que el “empresariado” que se reivindicaba defendía la flexibilización laboral de Menem-Cavallo, participaba del saqueo de la jubilación privada y era beneficiario de la política de vacimiento previsional (reducción de aportes patronales). Apresuradamente, Cayo Ayala cerró el plenario señalando que, “de todas maneras, el Congreso (del Trabajo y la Producción) estaba convocado”, y que la Mesa de Enlace se proponía encabezar una convocatoria similar en la zona.


El “reacercamiento” CTA-MTA que puso de manifiesto el plenario, no tiene como base una perspectiva de lucha, sino colocar al movimiento obrero detrás de las “reivindicaciones” de los “lobbies” patronales. En Buenos Aires, el “empresariado” reivindicado por Cayo Ayala viene de apoyar la reelección de Duhalde, postura que también adoptó el MTA. La búsqueda de semejantes “apoyos” es incompatible con las reivindicaciones de los maestros, estatales y obreros que luchan contra Menem, Cavallo y Duhalde. Por eso, la Mesa de Enlace desconoció todas las propuestas de lucha del plenario. El activismo que participó del mismo debe sacar sus conclusiones y luchar por un bloque regional a favor de una Central Obrera Independiente, con un programa de los trabajadores y por una nueva Marcha Federal.