A partir de la separación de Alicia Gutiérrez y su camarilla, votada en plenario de delegados del Polo de zona sur el pasado 30 de octubre, nos abocamos rápidamente a la reorganización del cuerpo de delegados.

Los delegados de la Interbarrial más politizados y representativos (por su capacidad de movilización) se pusieron a la cabeza de esta tarea y así, apenas cinco días más tarde, el Polo Obrero de Avellaneda debutó movilizando 200 compañeros de Villa Sapito, Dock Sud y Villa Tranquila a la Plaza de Mayo, en repudio a la política represiva de Kirchner y su “brigada antipiquetera”.

Inmediatamente, cuando en las barriadas corrió la voz de que el Polo resurgía, se generó una gran expectativa: partimos de tener 3 comedores funcionando a pleno (en los que comen casi 500 personas), ya inauguramos uno más, y todos los días se presentan asambleas y reuniones para organizar a los desocupados en los barrios.

El nuevo Polo de Avellaneda se pone en pie para desarrollar a fondo la lucha de los trabajadores ocupados y desocupados, sobre la base de un programa y una estrategia de clase. Se estructura para penetrar en la conciencia de los trabajadores y vincularlos, a partir de la lucha y la movilización, a la tarea estratégica de nuestra época: la construcción del Partido para la revolución y el socialismo. La honestidad política y militante es y será la seña distintiva de quienes abrazamos esta causa.

El próximo 1° de diciembre vamos a realizar la primera gran asamblea general del Polo Obrero, para votar un plan de acción. Estamos convencidos de que vamos a reventar el local. Dejamos atrás una etapa para ingresar en otra superior, más gratificante, combativa y fructífera.