En la jornada previa al paro convocado para mañana 2 de noviembre, el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) acaba de mandar un mail plagado de amenzas bajo el título "Sobre el paro: el país cambió y no todo da lo mismo"

 

En el mail extorsiona a los trabajores con descuentos de días de trabajo y la pérdida del presentismo en caso que se adhieran a un paro que se avizora como masivo dentro y fuera del INTI. La medida incluye una convocatoria abierta a partidos políticos, organizaciones sindicales y movimientos sociales con quienes se hará una movilización sobre la Gral Paz al 5400 , un acto y olla popular a las 11.30 en la la puerta del Instituto.

 

Ibáñez también le dedica un párrafo al mural que los trabajadores hoy inauguraron en conmemoración de los 3 meses de desaparición de Santiago Maldonado,  calificandolo de destructivo "tan destructivos como vandalizar un edificio público recientemente pintado para presentar sus consignas".

 

"Nadie puede estar encima de la Ley"

 

Esta es otra frase de Ibáñez en su texto bravucon, digno de un barrabrava. Recordemos que  pertenece a la Comisión directiva de Atlanta y es conocida su imagen enfrentándose a otros hinchas con un cinturón en la mano.

 

Lo que no señala el presidente del INTI es que los que sistemáticamente infringen la ley son ellos: 2400 trabajadores precarizados con contratos, congelamiento de las carreras laborales, adeudamiento de salarios, edificios en pésimo estado, desvíos de fondos y despilfarro de presupuesto en contratación de asesores por decenas.

 

Intentado hacer completo su castigo avisa que "hay muchas entidades que quieren hacer nuestro trabajo. Necesitamos mostrar que somos capaces de cambiar más rápido y mejor" explicitando la idea que desarrollan hace rato de privatización del INTI y mostrando lo endeble de los puestos de trabajo de los técnicos y profesionales de la Ciencia que allí se desempeñan.

 

La conducción del organismo con él a la cabeza, recurre al más violento y nefasto de los recursos frente a la impotencia de no poder frenar una jornada que se convertirá en el primer polo de respuesta al ajuste y reforma macrista.