Enfrentemos la reforma laboral en el Banco Provincia


El directorio del Banco Provincia (Bapro) ha dado un salto alarmante en la avanzada contra nuestro convenio colectivo de trabajo. En la resolución 1037/17 del 17 de agosto modifica de forma unilateral los puestos, funciones, perfiles y remuneraciones de los empleados de las sucursales. En el ámbito de “lugares de negocios” y “gerencias zonales”, reemplaza los puestos de supervisor operativo, jefe de área, ayudante de firma, auxiliar, cajero accidental, efectivo y principal por las categorías junior, semi senior y senior.


 


Esto significa no sólo el desconocimiento de las categorías sino el avasallamiento de la carrera bancaria, la antigüedad y el coeficiente.


 


Se introduce, de esta manera, una reforma ilegal en las condiciones de trabajo que busca la reducción del costo de la mano de obra, profundizando el achatamiento salarial.


 


Esto se enmarca en un proceso, llevado adelante por el banco desde hace años, de traspaso de sus negocios a la órbita de empresas tercerizadas del grupo Bapro. Bajo la excusa de maximizar la rentabilidad y lograr objetivos de comercialización e implementación de tecnología, se tercerizan tareas bancarias produciendo una quita de derechos adquiridos (garantizados por el Convenio Colectivo de Trabajo) y un violento ataque al bolsillo de los trabajadores.


 


Esta resolución que pretenden implementar en el Banco Provincia encuentra su correlato en la exigencia de las patronales argentinas al gobierno por una reforma al estilo brasileño que implica una degradación sin precedentes para los trabajadores de ese país. Estas medidas, alentadas por el oficialismo con el silencio de la “oposición” kirchnerista y massista, son parte de la agenda que, luego de las elecciones de octubre, buscará decantar en una reforma laboral, previsional y tributaria.


 


Es necesario que los trabajadores bancarios tomemos la iniciativa, frente a la pasividad de las direcciones sindicales. Las luchas que se dieron en el transcurso de este año, como AGR-Clarín, Pepsico y las huelgas docentes, dan cuenta de una enorme reserva de los trabajadores para salir a luchar y enfrentar el ajuste. Las marchas de marzo, las recientes de agosto y la enorme movilización por la aparición de Santiago Maldonado muestran el enorme caudal con el que cuenta la clase obrera.


 


Impulsemos asambleas con mandatos en todos los sectores y sucursales del banco, que se pronuncien por un paro y plan de lucha por la derogación de la resolución 1031/17, defendamos el convenio colectivo de trabajo.