Sindicales

29/6/2000|670

Es necesaria la huelga general

La lucha de los estatales está en un punto crucial: se trata de que los trabajadores revienten las medidas del gobierno o el gobierno revienta a los trabajadores.


Situación que define muy bien el pronunciamiento de directivas, delegados y activistas de todos los gremios estatales, nucleados en la CTA de Neuquén (plenario del 14/6). “Es el momento –dice– de definir el conflicto; hasta ahora hemos frenado los intentos legislativos pero, objetivamente, el gobierno desde el 10 de diciembre intenta por la vía de los hechos, de los decretazos, avanzar sobre nuestros derechos. La historia de las luchas de los trabajadores nos enseña que esta situación de equilibrio no puede mantenerse. Compañeros, es el momento de imponer nuestro triunfo”. Para lo que propone impulsar un paro general de estatales por tiempo indeterminado hasta derrotar el ajuste.


La política de las centrales estatales, en cambio, es exactamente la contraria. Ya desde un inicio, tanto ATE como Upcn promovieron medidas aisladas y divididas, incluso divergentes. Planteos como “la lucha es larga” o “la huelga en el Estado no sirve”, abonan la larga sucesión semanal de marchas y cortes de calles de una o dos horas, que significan una aceptación de los decretos como un hecho consumado.


Huelga o concertación


Los últimos acontecimientos, además, se caracterizan por una tendencia a la tregua con el gobierno. Un congreso nacional de delegados de ATE, el 21, levantó el paro y movilización votados para el martes 27 por una asamblea de Capital y provincia de Buenos Aires, en nombre de la expectativa abierta por las resoluciones judiciales de “no innovar” contra los decretos de rebaja salarial (a las que caracterizó como precarias y no confiables). Aunque se votó realizar una movilización al Parlamento el 29, con motivo del tratamiento de los decretos, todo el centro del “plan de lucha” está colocado en la “marcha del hambre” de la CTA, que se realizará entre… el 29 de julio y el 6 de agosto (!¡).


Por el lado de moyanistas y daheristas, la situación es similar. Upcn se concentra en llenar Tribunales de demandas judiciales y la Bancaria levantó los paros del Nación, con el mismo pretexto.


Se levantan medidas y se orienta todo a la presión parlamentaria y judicial, cuando justamente la crisis creada por el voto del Senado y por los fallos judiciales debería ser aprovechada para dar el golpe de gracia mediante la acción directa.


Pero, por abajo la situación no es la misma, el conflicto no está cerrado, el estado de bronca de los trabajadores es muy grande; en la última semana se incorporó a la lucha el Pami, con paros diarios de dos horas, y Télam volvió a las asambleas y cortes de calles. Con el fin de mes, llega el cobro con descuento y a miles de contratados no se les renovarán los contratos.


Al derrotismo burocrático hay que oponer la profundización de todas las medidas y la huelga estatal indefinida hasta la derogación de los decretos.


Por un congreso único de directivas, delegados y activistas estatales para prepararla. Impulsémoslo median te la coordinación interorganismos de todos los trabajadores en lucha.