Sindicales

28/3/1996|487

Es necesario abrir una nueva perspectiva

El paro nacional convocado por CTERA resultó un fracaso. La adhesión fue alta sólo en tres provincias: Formosa, Corrientes y Entre Ríos. En el resto del país, el cumplimiento de la medida de fuerza fue bajo. En Capital y Gran Buenos Aires descendieron notoriamente los niveles de adhesión, aun tomando como referencia los últimos paros  del año pasado, en los que ya se constataba una merma.


La suerte del paro ya estaba sellada antes de que comenzara, pues CTERA fue la primera y principal responsable en estrangularlo, al pergeñar una medida aislada, sin continuidad e inoperante para enfrentar la política oficial. El aparato de CTERA no puso, además, el menor empeño en organizarlo… ¡y aun en acatarlo! Los sindicatos de Salta y Santa Fe, cuyas direcciones son celestes, decidieron no adherirse a la medida de fuerza. La directiva de Córdoba, encabezada por Grahovac,  ‘transformó’ el paro de 24 horas en una suspensión de clases de sólo una hora por turno.


La actual conducción de CTERA ha llevado hasta sus últimas consecuencias el vaciamiento sindical y la quiebra del gremio. El resultado del paro es un señal inconfundible de la descomposición de una dirección y el fracaso rotundo de una política, que ha terminado desangrando al gremio.


Es necesario abrir una nueva etapa que permita enfrentar y derrotar la ofensiva gubernamental. Es necesario orientarse  a establecer una coordinación entre las escuelas de un barrio, de una zona o distrito, nacida y motorizada a partir de autoconvocatorias y pronunciamientos de cada establecimiento, e impulsar en común el reclamo y la acción por un Congreso de Bases de CTERA, sobre la base de delegados elegidos en asamblea y responsables ante ella.