Sindicales

29/8/1996|508

Es posible derogar la Ley Federal de Educación

La extraordinaria y gigantesca movilización en Córdoba revela que la posibilidad de terminar con la nefasta reforma educativa está al alcance de la mano.


El retroceso de Mestre —que dio marcha atrás parcialmente con los cierres de establecimientos— no fue suficiente para detener la movilización, que congregó a una verdadera multitud que se adueñó de la ciudad de Córdoba, luego de paralizar totalmente las clases.


Cínicamente, la ministra Decibe sale a decir que “el cierre de los últimos 3 años de la secundaria es un exabrupto de Mestre”. Lo único que hizo el gobernador fue aplicar la orden del gobierno nacional en la aplicación de la funesta ley.


En la medida que la provincia aplicó más aceleradamente que nadie la reforma educativa, ha tenido la virtud de desnudar su carácter completamente retrógrado y depredador.


La reforma educativa es un indicador del horizonte que depara este orden social a las nuevas generaciones. Se les reserva a éstas el papel de bestias de carga, confinándolas a un trabajo monótono y embrutecedor. El dominio de los procesos de trabajo, de la ciencia y la técnica es patrimonio de una elite patronal y está vedado a la población trabajadora.


¿Para qué ‘desperdiciar’ recursos en jóvenes que están condenados a un trabajo precario y temporal, o que directamente no tendrán empleos?


Es el reino patronal de los convenios Fiat-Smata. Un reino que condena a los trabajadores a sumirse en la ignorancia.


En la provincia de Santa Fe, Obeid no ha podido avanzar en la aplicación de la ley federal. Aun aquello que se plantea como aplicado, en los hechos, no es más que lo que los docentes hemos hecho siempre.


Si no ha podido avanzar, fue por la movilización de los docentes, aunque no podemos desconocer que firmó la entrega de los impuestos coparticipables a cambio de un “impuesto a las riquezas”, que sabemos no paga nadie; por lo que el achique en la provincia es una condición de primer orden frente al FMI y Obeid está dispuesto a ejecutarlo.


El impasse del gobierno provincial da la pauta de que estamos en condiciones de acabar con la reforma educativa y profundizar nuestra lucha por la derogación de la Ley Federal que de hecho, en la provincia, se está dando por su no aplicación.


La Comisión Directiva y las Comisiones Departamentales deben tomar como consigna el Congreso Resolutivo de Delegados por Escuelas y organizarlo con el fin de poner fin a la reforma educativa.