Sindicales

7/9/2006|962

Escrachamos el “Congreso de call centers”

Naranja Telefónica

Contra el nuevo convenio negrero y por la reincorporación de los despedidos de Atento.


Los días 30 y 31 de agosto se reunieron en el Sheraton de Córdoba explotadores de distintos puntos del país en el "II Congreso de Call Centers del Interior". Bajo ese título, la reunión buscó avanzar a fondo en las políticas de superexplotación que sufre la juventud trabajadora, con un único objetivo: aumentar las extraordinarias ganancias de las empresas.


Así lo informaban los diarios: “las empresas del sector están concentradas en tres [sic] ejes principales, certificar la calidad de sus servicios a través de la norma internacional específica de la actividad (Copc) y aumentar sus negocios externos” (La Voz del Interior, 27/8). Estas normas Copc no son más que las famosas “métricas” (exigencias de productividad) que todos los trabajadores de call center sufren, pero elevadas a la enésima potencia.


El mismo día, los diarios publicaban que la Cámara de Call Centers había encargado relevamientos a la Universidad Nacional de Córdoba para evaluar las condiciones laborales, y que “de 10 puntos, todas las empresas de la cámara estuvieron por encima de 7,5 puntos y otras muy cerca del 10” (ídem).


Esto constituye una mentira descarada, cuando hay call centers donde ni siquiera tienen headsets (auriculares con microfono) para trabajar (Promarket); otros donde han sufrido escapes de gas sin que funcionaran las salidas de emergencia (Jazztel); otros donde cada vez que llueve se electrifican las paredes (Multivoice — Colón I); y una larga lista de etcéteras.


La semana comenzó, como era de esperar, con un clima de bronca generalizada en todos los edificios, a lo que se sumó el despido de tres activistas en Atento (calle Rosario de Santa Fe).


Frente a esta situación, distintas agrupaciones organizamos un escrache, que se llevó a cabo el 31, en la puerta del Sheraton. Las consignas principales fueron: abajo el nuevo convenio negrero y la reincorporación de los despedidos de Atento.


La actividad tuvo cierta cobertura en los medios, pero lo más importante fue la solidaridad manifestada por los transeúntes. Los autos tocaban la bocina en apoyo, y muchos peatones (entre ellos trabajadores de call center) se acercaron con simpatía, llevándose el último ejemplar de "El Fonazo" (boletín de La Naranja Telefónica).


Prácticamente cada cordobés tiene un familiar o amigo que padece las condiciones laborales en los call centers. El incipiente movimiento de lucha de los telefónicos tercerizados cuenta con un poderoso aliado: la simpatía popular.