ESEBA se vendería en unos 600 millones de dólares, lo que es una tercera parte del valor de sus activos.

Pero la provincia se ha hecho cargo ( y transferido a la población) del pasivo de 1.000 millones de dólares por la construcción de la Central Piedrabuena,  un pasivo “inflado” por los sobreprecios de las contratistas y jamás investigado por la “democracia”. A esto debe sumarse el saqueo de Duhalde, que ha usado a ESEBA como “caja chica”. Duhalde “armó” una empresa de generación de electricidad que provee energía “a un promedio de 39 milésimas de dólar por KW.. vendiéndola, a modo de ejemplo, a Acindar a 32 milésimas, por contrato” (solicitada L y F Mar del Plata, 2l/6), o a las empresas del “polo” petroquímico de Bahía Blanca. Los consumidores, en cambio pagan en la provincia de Buenos Aires la tarifa mas cara del país: l53,50 por megavatio hora contra valores inferiores en un 30-50 % en el resto.

Las autoridades de ESEBA,  designadas por Duhalde a dedo (contrataron) “desde mediados del 92 hasta el primer trimestre del 93 trabajos por un monto de alrededor de un millón de pesos, en los que habrían pagado sobreprecios por medio millón” (Pág. l2, 3/7/94). El área de Informática y Telecomunicaciones fue entregada sin licitación a una empresa fantasma propiedad de la novia del administrador de ESEBA por setenta millones de pesos.

Mientras por “arriba” se desenvuelve esta orgía, por “abajo” la productividad creció de 0.8l GWH a l.35 GWH por trabajador, con salarios promedio de $ 600 mas “incremento productivo” (ídem, Solicitada).

Enfrentar la “privatización” de ESEBA, abrir los libros, enjuiciar a los responsables de los negociados, imponer el control de los trabajadores son consignas de la hora.