El 15 de mayo, los trabajadores despedidos de Parmalat instalaron una carpa frente a las oficinas que tiene Taselli en Constitución para reclamar por su reincorporación. Ese mismo lunes, la patronal suspendió a todos los compañeros de la planta, un total de 200 trabajadores.

 

La carpa no pasó inadvertida para la patronal. Durante tres días se realizó una intensa agitación en las inmediaciones de Constitución, con bombos, megáfonos y volantes. Los trabajadores denunciaban que Taselli era el responsable del vaciamiento de Parmalat y del colapso del Metropolitano. La agitación fue muy oportuna porque empalmó con el estallido de la indignación.

 

En este clima, la empresa decidió llamar a los despedidos a “dialogar”. Logramos torcerle el brazo a la patronal: todos los compañeros despedidos de la planta de Pilar fueron reincorporados. Pero Taselli se tiene que ir de Parmalat. Vive de los subsidios que le otorga el Estado. No podemos permitir que una empresa con un equipamiento moderno y un enorme capacidad instalada cierre sus puertas mientras falta leche en las góndolas. El Estado debe intervenir la empresa y hacerse cargo de ella, promoviendo un plan de reactivación integral, bajo la supervisión de los trabajadores.

 

El gran triunfo logrado demuestra, una vez más, que estamos en condiciones de imponer un cambio de rumbo pasando por encima de la política nefasta de la conducción gremial de Atilra.

 

Necesitamos la unidad de toda la fábrica para que un gran comité de emergencia organice la defensa de nuestros derechos.

 

Reclamamos:

 

-Fuera Taselli. Que el Estado se hago cargo; por un plan de reactivación integral de Parmalat.

 

-Salario inicial de 2.400 pesos para la categoría inicial.

 

-Efectivización de todos los contratados.

 

-Encuadramiento de todos los repositores bajo el convenio 2/88.

 

-Por asambleas de base y general con mandato.

 

-Fuera la burocracia sindical, por una nueva dirección.