Sindicales

1/10/1999|644

Está para ganar

La segunda marcha blanca de los médicos municipales tuvo características políticas importantes. Siendo menor que la anterior, tuvo, por primera vez, participación significativa de algunos sectores de trabajadores de los hospitales, afiliados al Sutecba, que venían de un paro de 24 horas el día anterior. Fue muy manifiesto en la columna del Hospital Muñiz, que congregó a 150 manifestantes entre profesionales y auxiliares. También fue destacada la presencia de las profesionales de salud mental, en particular del Centro Ameghino, muy militantes, que difundieron su propio manifiesto contra la destrucción de ese centro. Con una mayor resolución de la dirección, la marcha habría sido imponente.


Los discursos de los dirigentes de médicos municipales y de la Federación de Profesionales se centraron en la denuncia a De la Rúa, por el incumplimiento de la ley y de su palabra, como atentados a la democracia. Mencionaron la posibilidad de una nueva concentración dentro de un mes (¿?). Las menciones a De la Rúa y a su secretario de salud, Lombardo, concentraron el odio y el abucheo de los huelguistas.


Pero el punto culminante se tocó cuando las puertas cerradas del Palacio de Gobierno municipal impedían el ingreso de la delegación que llevaba el reclamo. Los dirigentes llamaron a desconcentrar, pero una masa de manifestantes, agolpada en esa esquina, con puños crispados, exigió permanecer hasta que abrieran, objetivo que se logró finalmente.


El cuadro de crisis política del país, la lucha en las provincias, el plan de acción del gremio municipal y de trabajadores del Colón, crean condiciones inmejorables para torcer el brazo de De la Rúa si se golpea fuerte. Ya se paró 24 y 48 hs. y se manifestó masivamente a Plaza de Mayo en dos oportunidades. Ahora, las asambleas de hospital deben votar, sin vacilación, el paro de 72 hs. y la huelga por tiempo indeterminado si no se reconoce lo firmado. Hay que llamar a las gremiales del Sutecba a coordinar la medidas y parar juntos. Esta es la posición del Partido Obrero.