Sindicales

23/3/1993|385

Esta planteada la huelga general

Luego de meses de idas y vueltas con las autoridades del Ministerio de Educación en pos de un aumento salarial, y sin recibir siquiera una oferta para considerar, el Congreso de la CONADU votó inaugurar el año académico 1993 con un plan de lucha: del 15 al 27 de marzo no se dan clases ni se toman exámenes. El reclamo es que se lleve a 500 pesos el salario del cargo testigo y que se recompongan las escalas de acuerdo con el nomenclador docente.


Los mandatos de los delegados reflejaron la situación sin salida en la que el gobierno ha puesto al gremio al congelar los salarios hasta diciembre de 1993. Incluso la corriente mayoritaria del secretario general Hufo Koffman, que en diciembre se había negado a votar el no inicio para dar lugar a las negociaciones con el Ministerio, se anticipó a proclamar la necesidad de ir a la huelga. Fruto del debate se profundizó la propuesta original, que no incluía la no toma de exámenes, lo que habría diluido el significado del paro dado que en numerosas unidades académicas no se ha iniciado el período de clases.


Pero la directiva consiguió una mayoría para votar que el futuro del plan de lucha quede en manos del plenario de la Conadu que se reunirá el 27 en Buenos Aires. A diferencia del congreso, que adopta resoluciones por mayoría simple e incluye un amplio espectro gremial, el plenario se constituye con el secretario general de cada universidad y solo puede adoptar resoluciones a partir de la conformidad de los 2/3 de los asistentes.


La lucha ha comenzado con un alto grado de acatamiento: 100% en Catamarca y Rosario; 90% en Comahue, Santa Fe y Santiago del Estero; 85% en Misiones; 75% en Entre Rios y Luján; 65% en Nordeste y Salta; 50% en Córdoba. En la Universidad de Buenos Aires, las clases recién comienzan a fin de mes en las facultades tradicionalmente más combativas y en el CBC, pero donde existe actividad gremial, como en Ingenieria y Farmacia, el paro ha alcanzado índices de cumplimiento muy superiores al pasado: 60% en Ingenieria y 70% en los prácticos de Farmacia.


Cuando se reúna el 27 en Buenos Aires, el Plenario de la CONADU enfrentará unaenorme responsabilidad. Al abrirse la época de clases en todo el país, se manifestará la presión de los miles de profesosres que con su trabajo casi gratuito hoy sostienen la universidad. Es necesario tomar iniciativas para sumar al movimiento estudiantil y a los no docentes a la lucha por el aumento del presupuesto.


El plan de lucha provocó la renuncia de Guido Freytes, el secretario de Política Universitaria del Ministerio de Educación, encargado de impedir la huelga. Su reemplazante, el Lic. del Bello, es un miembro del equipo de Cavallo. La única interpretación posible de este recambio es que se reforzará la política de la asfixia presupuestaria de la universidad para obligarla a privatizarse.


Presentar batalla contra esta política, planteando un camino unitario de lucha a estudiantes y no docentes, es el desafío que enfrenta la CONADU.