Sindicales

28/10/2016

Estatales: el bono en crisis

@tomaseps


El gobierno nacional contaba con terminar un año de ajuste hacia los trabajadores “en calma” con la entrega de un bono de fin de año, pero tal objetivo se ha visto coartado por un nuevo flanco de crisis con los gobernadores de varias provincias.


 


Vidal en la Provincia de Buenos Aires, Cornejo en Mendoza, Lifschitz en Santa Fe, Bordet en Entre Ríos y Weretilneck en Río Negro han afirmado que no podrían pagar a sus empleados el adicional.


Por este motivo, “advirtieron al Gobierno que si la Nación paga el beneficio, las provincias que no puedan hacerlo quedarán expuestas a conflictos con sus empleados estatales y reclamarían ayuda al gobierno nacional“ (La Nación, 27/10)


 


El ministro nacional de Hacienda, Prat-Gay, sostuvo que Nación no ayudará a las provincias con el pago; sí han tomado nota de las quejas, frenando las negociaciones con los gremios estatales.


 


Por poco


 


Todo este desencuentro se produce a pesar de lo limitadísimo del monto para los estatales nacionales: se habla de 2000 pesos, cuando la pérdida del salario real en el año se estima en por lo menos 15000.


 


Los gobernadores que protestan por el pago del bono manejan criterios opuestos con los capitalistas. Por tomar algunos ejemplos, Mendoza ha reducido o hecho nulas las tasas de los impuestos que se aplican a las empresas bodegueras y a YPF S.A.; mientras Buenos Aires prevé colosales pagos de deuda para 2017.


La dificultad de ejecutar una medida de contención de tan bajo monto desnuda la crisis de las provincias, que los fuertes ajustes aplicados contra los trabajadores no han logrado resolver.


 


La lucha de los estatales


 


El gobierno lleva por carriles separados la negociación con los gremios estatales.


 


Ha trascendido que UPCN abandonaría el reclamo por los trabajadores provinciales, municipales y de organismos nacionales descentralizados. Referentes del gremio de Andrés Rodríguez han afirmado que “no hay apuro porque el bono se paga en diciembre y quedan octubre y noviembre para discutir” (ídem), una fuerte señal de que no tomarán medidas de lucha.


 


ATE, por su parte, ha rechazado el bono por insuficiente y reclama la reapertura de paritarias. ATE Capital y ATE Nacional marcharán el 4 de noviembre con las dos CTA, y ATE Nacional parará el 10 de noviembre. 


 


Sectores antiburocráticos y de izquierda del gremio  participarán de las medidas, pero han criticado el carácter aislado de las medidas, sin continuidad alguna. 


 


La política de las conducciones sindicales ha facilitado la ofensiva del macrismo contra los trabajadores a lo largo del año.