Sindicales

3/10/1996|513

Excepcional movilización Naranja el 26

El 26, la Naranja Gráfica mo­vilizó más de 100 compañeros de una docena de talleres. Volvió a sus mejores tradiciones de 10 años atrás, sólo que varios anillos más adelante del espiral de su historial político y de lucha.


En aquel entonces, lo hicimos como fracción de una columna masiva del sindicato en tiempos en que los dirigentes naranjas in­tegraban en minoría la Comisión Directiva. Por lo tanto, como ala más radical y consecuente de un movimiento en el que propios y extraños conservaban una cuota de ilusión en el ongarismo, toda­vía vehículo de la expulsión de la burocracia colaboracionista de la intervención militar.


En esta ocasión, nos nucleamos en forma independiente de una burocracia que abandonó todo con­tacto con la movilización obrera, que ha cancelado por completo la vida sindical, que no impulsó este paro, ni el del 8 de agosto,- que entregó el gremio a la flexibilidad y la Obra Social al Banco Mundial.


Como consecuencia de esto, Ongaro salió de Ha histórica sede de Paseo Colón’ acompa­ñado por 50 rentados a balco­near9 la plaza, mientras que la Naranja movilizó 100 obreros que garantizaron el paro en sus em­presas y ganaron la plaza con una perspectiva propia.


Atlántida, que aportó el grueso de los manifestantes en micros’ autofinanciados, llegó con pancar­tas elaboradas por ellos mismos con las consignas votadas en Asamblea General de fábrica: “pa­ritarias ya por aumento sala­rial”, “no a la flexibilización laboral”, “congreso de bases de la CGT”, “viva la ocupación de Fiat”, “Fuera el FMI”, “Fuera el convenio Fiat-Smata”.


La columna silbó con bronca al ‘flexibilizador’ Daer y a la propalación regimentadora de la marcha peronista, junto a miles y miles de manifestantes.


Decenas de nuevos activistas gráficos compartieron bombos y consignas con los obreros y estu­diantes del PO para salir de la plaza cantando a voz en cuello “Fuera Menem, carajo”, como broche a una experiencia política extraordinaria, capaz de incluir compañeros que hace nada más que un año votaron a Menem y hasta candidatos de la lista Verde en las elecciones de abril.


Hace poco la Naranja obtuvo la minoría en el trámite ministe­rial; en la plaza ´obtuvimos la mayoría´ con un activismo que a este paso de superación política no sólo devolverá el gremio a la movi­lización masiva con sus banderas clasistas. Le dirá a Ongaro que se vaya, acabado igual que Menem.