Sindicales

7/10/2010|1149

Efasa (Azul): un día que pasa es un día que se resigna

Que el Estado se haga cargo ya del pago de los salarios a cuenta de la patronal

-Exclusivo de internet

Los empresarios de Efasa SA siguen ganando tiempo para desgastar a los trabajadores que resisten ocupando la planta. A ese desgaste también contribuyen el gobierno nacional, que en todo este proceso mira para otro lado; los concejales que discursean y aseguran no haber tenido intenciones de aumentarse escandalosamente las dietas -tuvieron que dar un paso atrás en confusos ires y venires-; los funcionarios provinciales que no han agregado más que sus aparatos burocráticos para nada y el intendente, que elige rezar a la virgen, poniendo a disposición de quienes protagonizan una situación desesperante sólo “asesoramiento”. También los diputados nacionales azuleños se unieron en una carta que trasunta impotencia frente a la prepotencia patronal.

La patronal alemana pagó sólo 1.000 pesos de la primera quincena de septiembre, lo que imputó a cuenta de la liquidación final indemnizatoria.

Al igual que la instancia de la conciliación obligatoria, el recurso preventivo de crisis sólo prolonga la agonía. Parece poner al empresario en la obligación de demostrar la crisis, pero lo cierto es que le añade un recurso más contra los trabajadores, imponiendo una instancia de negociación -otra más cuando, en este caso, las negociaciones han sido sólo dilatorias-, cuyo objetivo es un acuerdo sobre la base de las pretensiones empresarias de origen. Para ello “dibujan” sus contabilidades sin control alguno. El preventivo de crisis, introducido por la ley 24.013, ha sido exhibido como un recurso a favor del mantenimiento de los puestos de trabajo y, sin embargo, es una herramienta puesta en manos del patrón para imponer su propio plan de despidos y suspensiones, desactivar cualquier plan de lucha y, más aún, lograr ventajas con montos indemnizatorios menores. La falta de acuerdo simplemente lo libera para seguir adelante con su objetivo, en un momento en el que incluso, no rigen porcentajes adicionales para las indemnizaciones sin causa justificada, desde que el gobierno de Néstor Kirchner eliminó la doble indemnización.

El preventivo de crisis pone en evidencia un proyecto político que descarga la crisis económica en los trabajadores, ya que no sólo no reduce las posibilidades empresarias, sino que le agrega la alternativa de una salida en su provecho, en el peor de los casos logrando cifras indemnizatorias reducidas y, encima, “consensuadas”. El fracaso de esa instancia sólo la deja en condiciones de despedir legalmente.

El Partido Obrero alienta a los compañeros a que resistan en la planta y destaca la necesidad de una profunda movilización sin pausa para que el Estado se haga cargo ya del pago de los salarios a cuenta de la empresa, porque estas dilaciones burocráticas no deben soportarlas quienes tienen comprometido el sustento de sus familias, mientras el capital especula en procura de mayores ventajas.

Un día que pasa es un día que se resigna. Expropiación sin pago, para la continuidad de la actividad productiva bajo gestión obrera y con salarios y asignaciones garantizadas por el Estado.