“Compañeros de Massuh:

Hacemos llegar nuestra solidaridad para todos los trabajadores de fábrica, repudiamos el ultimátum efectuado por el Estado y su vocero Guillermo Moreno, que el año pasado, en plena campaña electoral, anunciaban que se preservaban 400 puestos de trabajo. Ahora el gobierno se desentiende y el futuro de esta fuente de trabajo es más que incierto.

El hecho de que el Estado haya intervenido fue por producto de su valiosa lucha y de hacer valer su dignidad. Vuestra convicción y capacidad de lucha logró instalar el conflicto en el ámbito político nacional. El fideicomiso fue una solución precaria y transitoria, pero el gobierno, ahora, ni siquiera está dispuesto a respetarlo.

“El Estado borra con el codo lo que escribió con la mano. Propone salidas lesivas a los intereses de los trabajadores: conformación de una cooperativa sin financiamiento y ni compra estatal o una reprivatización; retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas, reducción salarial, listado de despidos. ¿Estas son las soluciones que propone un gobierno que dirige los destinos de un país?

“Compañeros: las conclusiones son terminantes. No se puede confiar ni esperar más. Es necesario rechazar todas estas variantes, obligar al Municipio y al Estado a que se hagan cargo de los salarios y las inversiones necesarias para modernizar la planta y hacer sustentable ambiental y económicamente, y asegurar la continuidad de la fuente laboral.

Conocemos de cerca su lucha y estuvimos junto a ustedes desde el comienzo por cobrar sus salarios, después por el reclamo de la puesta en marcha de la planta que significaron seis meses donde hubo acampes, cortes de ruta, recorridas por los grandes medios de comunicación que dieron la espalda, marchas, recorridas de difusión, actos y festivales. Hubo una resistencia que hicieron conocer al país.

“Como trabajadores solidarios y como comisión interna les proponemos concretamente dos iniciativas para ayudar a que su lucha triunfe:

A problemas grandes, soluciones grandes: tomar el mismo método de lucha que utilizaron en el comienzo, asamblea unificada de toda la planta para resolver medidas de acción en el sentido de volver a instalar el conflicto en el ámbito nacional y político.

“En lo inmediato, fijar una fecha de reunión para organizar un gran acto en las puertas de la fábrica, convocando a todo el ámbito gremial, estudiantil, político, organizaciones sociales para denunciar el abandono del Estado.

El 20% del presupuesto nacional es destinado a subsidios para privados. Un informe realizado por técnicos indica que las 50.000 toneladas al año de papel que la fábrica podría producir “es el equivalente a 160.000.000 de libros de 300 páginas a un costo de 4 pesos” y pondría a disposición de la población publicaciones y libros a un costo accesible.

“Respeto del contrato de trabajo firmado hasta noviembre de 2011.

“Pago de los salarios ya. Ningún despido, ninguna reducción de las condiciones de trabajo.

“Que el Estado se haga cargo inmediatamente. Unidad de los trabajadores por el futuro de la fuente laboral.

Comisión Interna de Kimberly-Clark