-Exclusivo de internet

El pasado 29 de mayo, con una lluvia torrencial, más de cien trabajadores de la zona norte deliberaron en un plenario significativo por la presencia obrera y por las resoluciones adoptadas. Estuvieron representados más de veinte gremios, entre ellos alimentación, docentes, textiles, estatales, de la carne, de la UOM, empleados de comercio, pasteleros, mecánicos, perfumistas, Utedyc y otros.

El informe de apertura estuvo a cargo del compañero Juan Ferro, de la dirección nacional del Partido Obrero. Se caracterizó como la fuente de la actual crisis argentina y del ascenso obrero en la lucha paritaria, a la crisis capitalista mundial, que tanto el gobierno cuanto la burguesía nativa en general niegan que se haya instalado en el país. Los tres aspectos, explicó Ferro, alimentan el proceso de transición que vive el movimiento obrero, como lo demuestra la lucha de la clase obrera que perforó los techos salariales de Moyano y de Yasky, el deterioro del régimen K y la crisis de la burocracia sindical, lo cual se expresa por la emergencia de un nuevo activismo que enfrenta a una burocracia agotada y que está profundamente dividida (Alimentación, UOM, Comercio, bancarios, gráficos, etc).

Entre las conclusiones iniciales, se ratificó la consideración de la Conferencia Sindical Nacional del Partido Obrero de fines de 2009 de que hemos entrado en una transición política histórica de la clase obrera argentina, y que la perspectiva es la de la emergencia de un giro de los trabajadores hacia el clasismo. Los innumerables ejemplos que aportaron los trabajadores que asistieron en el sentido de luchas generales y por fábrica en el cuadro de las actuales paritarias ratificó esa caracterización.

Se resolvió, entre otras cuestiones, intervenir especialmente sobre las fábricas de la alimentación, gremio atravesado por una situación de rebelión extraordinaria contra las patronales y la burocracia sindical que tuvo su epicentro en Córdoba que no fue acompañada por las direcciones de las comisiones internas de la zona, con el objetivo de constituir inmediatamente una agrupación clasista en el frente.

La numerosa delegación estatal planteó la necesidad de tomar en nuestras manos la organización del próximo paro nacional de ATE para el 9 de junio, y darle continuidad a la lucha por el 35% de aumento, dándole continuidad al pronunciamiento de un centenar de delegados opositores del reciente congreso de ATE, cuando la burocracia verde se está preparando para capitular ante el gobierno.

La numerosa delegación docente votó intervenir en la elección de Ctera y de la CTA, ambas corroídas por la división y crisis de los seguidores de Yasky y de De Gennaro, y en ambas promover la conformación de una lista unitaria clasista.

La intervención específica en las paritarias de textiles (que están por delante y ya han causado una crisis en el gremio de los cortadores por los miserables aumentos aceptados por la burocracia). En Comercio, en la carne, y en cada fábrica o empresa; una campaña a fondo por el desprocesamiento de los compañeros de FP, que van a juicio el setiembre próximo la conformación de agrupaciones sindicales clasistas en todos los frentes participantes y la elección de una mesa de coordinación para llevar a cabo estas tareas.

El plenario fue un paso adelante en la estructuración del trabajo clasista en la zona norte.