Nuestros maridos son delegados, trabajadores y dirigentes sindicales que defienden los derechos de sus compañeros, no delincuentes comunes.

Nuestros maridos defienden el convenio de trabajo y rechazan el  trabajo en negro.

Nuestros maridos están presos, porque reclamaban la renuncia del secretario general de la UTA  que entregó los derechos de los trabajadores.

Les  han hecho imputaciones  gravísimas (con penas mayores a las de homicidio) para negarles la libertad.

Las empresas y el gobierno no quieren que haya un sindicato fuerte e independiente.

Mientras los tienen detenidos, las empresas están despidiendo trabajadores.

En Orán  15 despidos. Decenas de despidos en Capital los últimos  dos meses. Despiden a todo trabajador opositor, le impiden participar en las elecciones de delegados.

Pedimos la libertad de nuestros maridos porque son trabajadores.

Pedimos su  apoyo porque así como en la UTA en todos los gremios quieren borrar toda oposición para imponer salarios miserables y destruir los derechos laborales.