El 5 de junio, en Lomas de Zamora, se realizó una extraordinaria asamblea obrera del Sitraic, en la que participaron 400 trabajadores de la construcción.
Se votó un plan de acción que constituye, de hecho, un profundo planteo de lucha contra las patronales.
Los compañeros llevarán adelante una campaña contra el trabajo en negro, el fraude laboral, la precarización laboral, en defensa de los puestos de trabajo y el reclamo de 4.500 pesos de sueldo básico.
Se acordó pasar revista en 60 días a las cien obras de la Zona Sur del Gran Buenos Aires, para observar que en cada una de ellas se cumplan con: a) los requisitos de seguridad e higiene establecidos, para evitar así accidentes innecesarios; b) que todos los compañeros estén en blanco, con las horas que corresponden y que se les hagan los aportes de ley; c) la efectivización de las inspecciones de las 25 obras informadas ante los ministerios de Trabajo de Nación y de la provincia de Buenos Aires.
La asamblea, además, aprobó exigir a las empresas pagar el valor de dos horas de Oficial en concepto de comida por día, que equivalen a 700 pesos mensuales, a los efectos de unificar el reclamo, en todas las obras de la región. Y qule dicho valor sea actualizado automáticamente con los aumentos de convenio establecidos en las paritarias. La lucha para que el sueldo de ningún trabajador de la construcción quede por debajo de los 4.500 pesos es el camino para lograr un salario básico acorde con la canasta familiar.
La asamblea aprobó parar todas las obras de la región ante un accidente de trabajo fatal y no aceptar despidos arbitrarios y masivos debido a la crisis del dólar; la iniciación de una campaña masiva de afiliación al Sitraic; la inclusión, como afiliados, de los trabajadores de las cooperativas del Argentina Trabaja y la realización, para octubre, de un Congreso Nacional de Trabajadores de la Construcción.
La asamblea aprobó obtener estas reivindicaciones a través de un proceso de asambleas de obra, denunciando aquellas patronales que no cumplan con los requisitos de convenio, emplazando a las mismas a su regularización y tomando las medidas de fuerza que sean necesarias para su cumplimiento.
Es el método para construir un sindicato clasista, en agudo contraste con los métodos de la Uocra de Gerardo Martínez y su régimen de patotas, coimas y entrega a las patronales.
La asamblea general del Sitraic que votó como presidente honorario al compañero Carlos Olivera, aún en prisión domiciliaria por luchar contra las patotas de la Uocra, es un salto político y organizativo del sindicato que marca un camino a todos los obreros de la construcción.
Esta asamblea general fue organizada a través de 30 asambleas de obra y es parte de un proceso de elección de delegados y de cursos de formación sindical de los aspirantes a serlo. Por su masividad, por su combatividad y por los métodos con se aprobaron sus resoluciones, la asamblea inscribe al Sitraic en la ruta del clasismo. Al otro día, una delegación participó en la movida de la Coordinadora Sindical Clasista (PO) a la Afip.
