Sindicales

21/7/2011|1186

Fallo de la Corte Suprema contra el Bauen

Otro adelanto de la nueva ley de quiebras

La Corte Suprema acaba de rechazar un recurso de queja presentado por los trabajadores del Bauen contra fallos en instancias inferiores que ordenaban la entrega del inmueble a la firma Mercoteles -uno de los antiguos dueños, responsable del vaciamiento del establecimiento.

Esta resolución se inscribe en una ofensiva judicial más amplia, que incluye la declaración de la inconstitucionalidad de las expropiaciones del Impa y de la ex Rabbione. Crece así la jurisprudencia y la acumulación de antecedentes contra la sanción de expropiaciones de empresas vaciadas, lo cual acentúa la precariedad legal en que se encuentran la totalidad de las recuperadas.

El Bauen desnuda la corresponsabilidad entre el gobierno nacional y el de la Ciudad. Macri abortó un proyecto de expropiación en la Legislatura porteña y fogoneó otro que entrega el hotel a la patronal vaciadora. Aprovechó así las dilaciones de Ibarra y Telerman para aprobar un proyecto integral de expropiación del hotel. La expropiación tampoco fue abordada por el Parlamento nacional (donde los K fueron largo tiempo mayoría): el proyecto de expropiación presentado hace varios años sigue durmiendo el sueño de los justos.

El gobierno nacional ya le había soltado la mano a Massuh, Mahle y Paraná Metal. La decisión del Ministerio de Trabajo de cortarles los Repro luego fue postergada, porque provocó un principio de rebelión de los compañeros de las cooperativas afectadas. Tomada, por su parte, viene esquivando el reclamo de duplicar a 1.200 pesos el monto de los Repro y acaba de faltar a una audiencia pactada con las cooperativas para tratar el tema.

La reciente ley de quiebras apuntala esa orientación, pues encuadra el conflicto como un asunto entre privados. Restablece, de este modo, no sólo los derechos propietarios, sino también los de los acreedores privados -el ‘cram down en inglés’, que habilita la entrega de empresas vaciadas a grupos financieros que mantengan su continuidad operativa. Los trabajadores deberán lidiar, en caso de vaciamiento, con la acción de grupos que los superan en fuerza económica, sin la posibilidad de recurrir a las expropiaciones.

El fallo contra el Bauen debe ser tomado como un nuevo aviso de la amenaza que pende sobre la cabeza del conjunto de las empresas recuperadas. La cooperativa del Bauen busca contrarrestar el fallo con el reclamo para que el Parlamento vote el proyecto de expropiación que tiene cajoneado. Todas las bancadas -desde el PRO hasta los K y Proyecto Sur- acaban de votar la nueva ley de quiebras, que no contempla precisamente esa posibilidad. Un plan de lucha para defender la cooperativa debe tener en cuenta esta situación. La ley de quiebras apunta, precisamente, a dividir el frente de las recuperadas. La expectativa de un arbitraje salvador del gobierno K ya se ha revelado infundada en el pasado.

Es necesario advertir que vienen por el conjunto, o la mayoría, de las empresas recuperadas, para armar una unidad de acción en torno de un programa básico e impostergable: ningún desalojo; expropiación inmediata y definitiva de las empresas ocupadas y recuperadas, y su entrega gratuita a sus trabajadores; duplicación inmediata de los Repro; creación de un fondo que garantice el cobro de un piso no inferior al salario de convenio y los recursos necesarios para la modernización y reconversión productiva de todas las fábricas bajo gestión obrera, en función de un plan económico que atienda la reindustrialización del país y las necesidades populares.