Sindicales

4/7/1996|501

Falsifican solicitudes de afiliaciòn a las AFJP

La jubilación privada es, sin dudas, una de las más grandes estafas perpetradas contra la clase trabajadora argentina, porque terminó con el 82%, anuló el aporte patronal, extendió la edad jubilatoria, vació el sistema estatal y, como premio por ‘administrar’ este descalabro, les transfiere a las AFJP el 35% del aporte de cada afiliado.


Por otro lado, la información periodística da cuenta de una evasión patronal superior al 40%, lo que con el nuevo sistema impacta directamente sobre la capitalización del afiliado. En el reparto estatal no es demasiado diferente, porque la “ley de solidaridad previsional” autoriza al Estado a repartir lo que entra anualmente, convalidando la evasión patronal.


Lo dicho hasta aquí es, sin embargo, sólo una parte de la estafa jubilatoria. Sobre ésta se montó otra: la de los traspasos truchos del Estado a las AFJP mediante solicitudes falsificadas.


En la Editorial Atlántida, donde una mayoría abrumadora permaneció en el reparto estatal, han aparecido centenares de compañeros ‘traspasados’  desde el 95 en adelante. Algo más de doscientos a Orígenes y decenas y decenas más a las restantes AFJPs. Están en la ‘mordida’ Previnter, Más Vida, Activa-Anticipar, Consolidar, Siembra y Máxima.


Son más de 300 los compañeros cuya firma y datos fueron falsificados sólo en Atlántida. Pero, en rigor de verdad, pueden ser muchos más, porque no todos han ido hasta la ANSeS a verificar su situación, un trámite personal vedado a los representantes sindicales.


Entre los vecinos de Atlántida, en Pacheco, ALBA sufrió el ‘desvío’ de 80 compañeros que habían optado por el reparto, y los propios gerentes de las fábricas de la zona hablan de más de 2.000 casos en la Ford, silenciados seguramente por la propia burocracia de Rodríguez, prendida con una AFJP.


Las empresas se lavan las manos porque quien distribuye los aportes es la ANSeS. La ANSeS dice que manda el aporte según la solicitud que le llega, y las AFJP dicen que el responsable es el promotor, que por supuesto no trabaja más allí. Es todo un sistema cuya vulnerabilidad está diseñada para la estafa. Pueden ser centenares de miles los trabajadores estafados de esta manera, cuyas consecuencias inmediatas las sufre el sistema estatal con un rojo calculado sólo para este año en 5.000 millones de dólares.


Cuando la ‘liebre salta’, las AFJP se apresuran a hacerles firmar a los defraudados la vuelta al reparto, lo que aun así convalida el pase anterior, y se quedan con las comisiones y el dinero de esos años. Si ‘no salta’, siguen trabajando con el dinero, ‘ignorantes’ del delito cometido por sus promotores.


En un caso famoso habido en la Universidad de Luján, los docentes promovieron la intervención de un Juez, que decidió el pase integral de los aportes malversados, pero nadie fue preso y mucho menos algún responsable de las AFJP o del ANSeS.


Los gráficos de Atlántida han enviado cartas documento exigiendo la restitución de aportes, comisiones e intereses y su Comisión Interna inicia juicio penal por la restitución y eventuales daños y perjuicios en una fábrica en la que el 98% de los compañeros permanecieron en el reparto estatal.


Desde esta denuncia en Prensa Obrera impulsamos la intervención de las organizaciones del movimiento obrero, el control de los compañeros, la discusión en Asambleas de fábrica y plenarios de delegados, para sacar a luz esta nueva estafa de la gran estafa que es la jubilación privada y promover el juicio y castigo de los responsables.