Continuando con las medidas de lucha contra los despidos en Fanazul, el miércoles 3 de enero los trabajadores y vecinos volvieron a cortar la ruta 3 en la entrada de la ciudad bonaerense de Azul.

El interventor Luis Riva, designado por Oscar Aguad, el titular del Ministerio de Defensa –del cual dependen Fanazul y las cinco empresas de Fabricaciones Militares (FFMM)–, no solo levantó la reunión que ofreció ayer a los trabajadores, sino que anunció por primera vez en los medios que Defensa cerró la empresa, para hacer un negocio inmobiliario con los terrenos de la misma, y derivar la producción a otras plantas de FFMM. Según Rivas, Fanazul debe sacrificarse en el altar de la productividad, reorganizando la producción de FFMM para bajar costos –esto pese a que los estados contables de FFFM son desconocidos.

Los trabajadores contratados de Fanazul, 223 sobre un total de 258 no recibieron siquiera un telegrama de despido, y no tienen indemnización.

Enterados de las declaraciones del Interventor los trabajadores realizaron una asamblea en el mismo corte. Allí decidieron, a instancias de la Junta Interna de la fábrica (agremiada en ATE), mantener el corte hasta la noche, marchar el jueves 4 en el marco del paro nacional de ATE, para luego acampar en el centro de la ciudad. El viernes se haría un plenario con delegados de todas las empresas de FFMM en Azul –hay despidos en todas ellas, pero por ahora la que el Ministerio pretende cerrar es Fanazul.

Ha quedado expresada la pasividad de ATE a nivel nacional, ya que no organizó un plan de lucha conjunto de todas las plantas del país para impedir esta escalada. Sólo hubo una manifestación aislada al Ministerio de Defensa.

El Partido Obrero participó de todas las movilizaciones y los cortes de ruta. Propusimos la permanencia en la fábrica, o el acampe en la puerta el día martes 2 de enero –cuando era evidente que el reingreso sería impedido por la Policía Federal. El mes de enero será usado por la intervención para desmontar la empresa.

El Intendente Hernán Bertellys (Cambiemos, ex FpV) fue una pieza clave para viabilizar la política del gobierno. Se ocupó una y otra vez de “desmentir” que se prepararan despidos. Ahora se va a reunir con la dirección de FFMM. Pero el interventor se lavó las manos y declaró que la fábrica cierra y que en todo caso es el municipio el que debe resolver el problema laboral de las 258 familias.

Llamamos al pueblo de Azul a profundizar las medidas de apoyo a esta causa popular. Masifiquemos el paro de ATE y la marcha el jueves 4, el acampe y todos los cortes de ruta.

Los trabajadores deben discutir en asamblea un plan de lucha para impedir el desmantelamiento de la empresa, y que prepare el reingreso a planta aprovechando el enorme apoyo popular que tiene su lucha.