Luego de más de un año de retraso en la convocatoria se realizó la elección del cuerpo de delegados de Fate. Sobre los quince sectores que eligieron a su delegado, la actual conducción del Sutna San Fernando (Lista Negra), que presentó candidatos en casi toda la fábrica, sufrió un fuerte revés, obteniendo menos delegados que la burocracia kirchnerista (Lista Violeta). Por su parte, la izquierda (Lista marrón) logró imponerse en la mayoría de sus sectores, obteniendo la misma cantidad de delegados que la dirección de la seccional e incluso compitiendo con candidatos de la Negra y la Violeta. Respecto de la cantidad de votantes, la lista Negra sumó algo más de 419 votos, la Violeta 234 y sus aliados independientes 207, la Marrón 193, y 96 votos dos delegados independientes cercanos a la izquierda.

El precedente a esta elección fue el cierre de la paritaria, donde primó la parálisis de la seccional. Ello terminó en un acuerdo a la baja, e incluso el triunfo de un plebiscito impulsado por la burocracia entre los trabajadores de Fate. En Prensa Obrera N° 1.240 señalábamos que “la idea de que ‘la patronal nos quiere llevar a un conflicto y no se lo vamos a permitir’ ha agravado el retroceso en la organización de fábrica y ha permitido el avance de la burocracia Violeta, a pocos días de la convocatoria a la elección del cuerpo de delegados”. La política conservadora del Sutna San Fernando los ha llevado a un profundo retroceso y a representar ahora una minoría en el cuerpo de delegados.

El resultado de estas elecciones coloca a la Lista Negra frente a una disyuntiva. Si su propio retroceso sirve de excusa para no hacer nada, objetivamente se colocará en el campo de la burocracia violeta, y por lo tanto procesará una crisis que la llevará a la división y posterior disolución. La otra opción será apoyarse en los sectores más activos de los trabajadores para comenzar a dar vuelta este profundo retroceso. La Negra fue el canal mayoritario que tuvieron los trabajadores para impedir el regreso de la burocracia kirchnerista a la seccional. Sin embargo, no ha sido un canal de organización y lucha en torno de las necesidades de conjunto de los trabajadores de Fate, lo que ha conducido a este resultado en el cuerpo de delegados.

El paro convocado por Micheli y Moyano para el 20 de noviembre es una gran oportunidad para impulsar el paro en Fate y desde allí iniciar una fuerte campaña hacia todo el gremio. Wasiejko, alineado con la CTA kirchnerista, se dotará de todos sus medios para impedir el paro. Las consignas generales del paro del 20 empalman directamente con las necesidades de los trabajadores del neumático, donde priman condiciones paupérrimas de trabajo y donde el salario viene retrocediendo año tras año, fuertemente achicado por las paritarias a la baja y el impuesto al salario. Si logramos un fuerte paro en Fate, habremos aprovechado la oportunidad que brinda un gran hecho general de la clase obrera para generar nuevas condiciones en la fábrica, que nos permitan avanzar en una reorganización clasista en el neumático.