Sindicales

6/12/2007|1020

Feroz represión en el Casino: Defendamos la huelga general

La pareja presidencial ha descargado su furia contra los trabajadores del casino de Puerto Madero. Mediante una represión bestial, la Prefectura desalojó en la noche del martes el piquete de huelga que desde el 17 de noviembre sostenían los compañeros en las puertas de las salas de juego.


La represión fue una carnicería. Comenzó con un desalojo violento de la puerta principal de ingreso cuando los trabajadores estaban terminando una asamblea general en donde reafirmaban la movilización que realizarían al ministerio de Trabajo al día siguiente. El burócrata de Aleara, Daniel Amoroso, se había comprometido a concurrir a la asamblea pero no lo hizo aduciendo que las asambleas debían realizarse en “lugares cerrados”. Desde el primer día, Amoroso se opuso al piquete. Demostrando su origen, este burócrata macrista sí tuvo tiempo de participar junto a Barrionuevo en un acto “en local cerrado” en una interna contra Moyano.


En esta provocación, la prefectura literalmente secuestró a un trabajador, llevándolo al interior del predio del casino flotante. Se produjeron nuevas provocaciones. Más de mil trabajadores fueron desalojados brutalmente, corridos durante más de diez cuadras mediante la violencia física, gases lacrimógenos y bastonazos a quien se le interpusiera. Trabajadores y periodistas que cubrían el vandalismo policial fueron agredidos sin mediar “orden de desalojo” alguna.


Once detenidos, entre ellos, un abogado del Ceprodh, decenas de trabajadores golpeados fue el saldo de un accionar represivo que demostró un grado de adiestramiento militar inusitado. El “hijo de las madres” ha preparado un monstruoso aparato represivo para enfrentar al pueblo.


Los compañeros del Casino se reagruparon durante la madrugada en las escalinatas de la facultad de Ingeniería en donde reafirmaron la movilización a la cartera laboral.


En los días previos, la patronal del pingüino Cristóbal López había largado once nuevos telegramas de despidos, que fueron precedidos por solicitadas en los diarios y cartas documentos que buscaban quebrar el piquete de huelga. Hasta ese momento, los despedidos eran más de 80.


Estos nuevos telegramas tuvieron el efecto contrario al esperado por la patronal. El paro no se quebró. A instancias del Cuerpo de Delegados fueron votadas nuevas acciones para la semana. El lunes, organizaron un ruletazo en varios puntos de la ciudad; se anunció la nueva movilización al ministerio de Trabajo.


En el trasfondo de esta huelga excepcional se encuentra una puja capitalista por la ley de juego en la ciudad que será “debatida” en la Legislatura. Del menemismo para acá, Buenos Aires se ha transformado en un garito de bingos, tragamonedas y un casino que flota a un metro de la costa. La ciudad “turística” de los Ibarra, los Telerman, los Filmus-Kirchner y los Macri pide a gritos la regularización y extensión del juego legalizado. En los días previos a la represión al piquete había trascendido una posible solicitud de quiebra en el casino y su cierre por varios meses con el objetivo de liquidar la organización gremial independiente estructurada en torno al Cuerpo de Delegados.


Al cierre de esta nota, los trabajadores se movilizaban a exigir la intervención del ministerio. Si bien la prefectura ha desalojado al piquete, el repudio generalizado a la brutalidad represiva se ha trasladado al poder político.


Que los que pregonan que “el cambio recién empieza” no canten victoria antes de tiempo.


¡Viva la huelga general de la juventud trabajadora del casino!


¡Por la reincorporación de todos los despedidos!


¡Defendamos al combativo Cuerpo de Delegados!