La Unión Ferroviaria acaba de firmar el cuarto acuerdo salarial transitorio en el año. De los tres primeros, los ferroviarios veníamos cobrando un incremento del 15% en los básicos, que ascendía al 10-11% sobre el salario real.

 

Con este último acuerdo, el aumento es del 12,30% retroactivo a enero sobre todos los ítems y viáticos, además del reajuste de aguinaldo. Retroactividad que se saldará en un pago no remunerativo sobre el sueldo de julio.

 

Es un ajuste que acompaña la inflación oficial desde enero, sin aumento ni compensación por la pérdida salarial del 10 por ciento sufrida el año pasado.

 

Que esto se pacte sin un solo día de paro ni plan de lucha es una concesión al gobierno que cierra ramales, despide trabajadores, viola categorías, terceriza tareas y se prepara para liquidar conquistas (jornada).

 

Un gremio que sale a luchar por el 35% es el SUTNA, en base a la decisión de asambleas. Los compañeros del neumático el año pasado consiguieron uno de los mejores porcentuales junto con aceiteros.

 

¿Por qué nuestro gremio no toma medidas similares? La respuesta es que la cúpula de la Unión Ferroviaria se ha integrado a los funcionarios de Transporte del gobierno. Con la Verde en los cuerpos de delgados no hay asambleas ni vestigio alguno de democracia sindical.

 

Compañeros: salgamos a exigir que se convoque a asambleas para acoplarnos al reclamo de un aumento que no baje del 35%, con una cláusula de ajuste por inflación si ésta se eleva sobre el 24%. Debemos recuperar lo perdido para que el ajuste no licue nuestro salario.

 

Más que nunca, hace falta una nueva conducción gremial. En las elecciones del Roca, apoyemos al Frente de Lucha Ferroviario Bordó-Gris.

 

¡Asamblea ya! ¡Aumento del 35%!