Sindicales

29/12/1994|435

Formemos Comités por la Conferencia Nacional

Las posibilidades de éxito de una conferencia nacio­nal de izquierda dependen del movimiento que sea capaz de suscitar entre la masa de luchadores obreros y militantes políticos socialistas. La actual generación de luchadores ha pasado por una rápida sucesión de fracasos políticos sin haber acertado en su superación. Desde las expectativas suscitadas por el PI, en 1985, luego por el Mas y el Frente del Pueblo-Izquierda Unida, más tarde por el Frente del Sur y el Frente Grande, sin contar a la CGT de Ubaldini y luego al CTA de De Gennaro, la izquierda activa se embarcó en todas las propuestas democratizantes que se le propusieron, sin reconocer el hilo conductor que unía a todas ellas, es decir su condición de distintas variantes de cooptación a la democracia burguesa. Estos fracasos muy escasa­mente asimilados, han creado un cuadro de fatiga moral que obstaculiza las posibilidades de superación política.


El progreso incuestionable del partido obrero se ha visto relativamente frenado por esta circunstancia. Las di­recciones de izquierda responsables de todos esos fraca­sos, se esfuerzan por recrear un clima de confusión, cuando no actúan abiertamente entregadas, a pesar de su imparable disgregación. Un ejemplo de ello es el esfuerzo que están realizando el partido comunista, el Mst y el Ptp para poner en pie a un cadáver político como Solanas, que no representa ningún movimiento popu­lar, ni semipopular, sea de la clase social que fuere. La candidatura de Solanas representa para sus defenso­res, no un factor de reagrupamiento o de lucha, sino la posibilidad de disputar una tajada de las candidaturas para las próximas elecciones.


El llamado a una conferencia de izquierda, en la que participen mayoritariamente los activistas y militantes que no actúan partidariamente, pretende desarrollar una experiencia política común que permita superar la disgregación existente y, por sobre todo, los programas, políticas y métodos democratizantes. La reciente pro­puesta de Solanas y del partido comunista para que el radical Alvarez Guerrero fuera candidato a la vicepresi­dencia, demuestra el estado nauseabundo en que se encuentra esa llamada “izquierda”. No hay que olvidar nunca que la Constitución actual es un producto de la actuación de esa izquierda en la reciente Asamblea Constituyente.


La necesidad de reagrupamiento del activismo obrero y de los militantes de izquierda se ve reforzada por la rapidez con que el régimen Menem-Cavallo está entrando en el ocaso, con su secuela de ataques indiscriminados contra las conquistas populares y la respuesta de las rebeliones populares. La conferencia es una oportunidad de clarificar las bases de ese reagrupamiento porque permite la intervención libre de todos los activistas que se organicen para participar de ella.


Llamamos a todos los activistas sindicales y militan­tes políticos que comprenden la necesidad de oponer al poder de la burguesía y dé sus partidos una organización política independiente de los trabajadores, a formar los comités por la conferencia de la izquierda, para elegir luego sobre la base de ellos a los delegados a la conferen­cia nacional. Llamamos a todas las organizaciones constituidas de la izquierda a romper con el carrerismo político y a sumarse lealmente a la organización de la conferencia y al impulso y organización de sus resolucio­nes y conclusiones.