Sindicales

10/5/2022|1644

Formidable victoria de Unidad Docente en AGD

Secretaria general AGD-UBA

Unidad Docente se impuso con el 68,1% de los votos

La lista del clasismo universitario se impuso con el 68,10% de los votos ante “En Común”, un frente que agrupó a las corrientes progobierno. En total, tanto en las comisiones internas -donde UD se presentó sola- como en las que hubo listas comunes, Unidad Docente encabeza 13 de las 15 gremiales. Y logró minoría en Fadu, algo sin precedentes.

Este año, Unidad Docente enfrentó un desafío. Por su integración y compromisos con el gobierno, quienes la integraban, el PCR, Comunismo Revolucionario y Liberación Popular, rompieron tanto para Mesa Ejecutiva como en Fadu, CBC y Exactas. Hoy, la lista encabezada por la Naranja y Rompiendo Cadenas, integró a otros sectores independientes y de izquierda, con quienes compartimos el programa y la necesidad de defender un sindicato independiente del gobierno del FMI y de las gestiones universitarias. Así UD está conformada por fundadores de la AGD, cuando hace 22 años, desde la organización de base en algunas pocas facultades, nos empeñamos en la construcción de un sindicato democrático, antiburocrático y basado en las resoluciones de sus asambleas. Junto a ellos se sumaron a nuestra lista activistas que fueron surgiendo de las grandes huelgas, como la de 2005 que blanqueó el salario, la conquista del 82% móvil, las luchas del CBC, por rentas para los ad honorem, la pelea por la aplicación del convenio colectivo de trabajo en la UBA o para derechos a los becarios, entre tantas otras. En resumen, constituimos una lista que aglutina a organizadores de la lucha docente en cada rincón de la UBA.

La confrontación fue de fondo. Nuestra lista UD centró su campaña en la defensa de un sindicato independiente de las patronales universitarias, tanto del Rectorado como de las direcciones de facultades y colegios, y del gobierno. Mientras, “En Común” aglutina a espacios políticos que forman parte del gobierno y a algunos nombres propios de quienes integraron listas con decanos en las elecciones de graduados. Por eso no extrañó ver bajar a votar a funcionarios en Exactas y en Fadu. En contraste, UD es la lista de la trabajadora y el trabajador docente que sufre la política de las trenzas dirigentes de la UBA.

Esta delimitación no es ajena a la defensa del salario y las condiciones de trabajo. La Lista En Común contó con el apoyo de quienes en Conadu Histórica defendieron la aceptación del bono miserable de 2.500 pesos a fin de año, un bochorno dictado por los compromisos e integración al Frente de Todos. No hay posibilidad de organizar la pelea por el salario si quienes conducen a las organizaciones obreras tienen compromisos con el gobierno y la oposición radical-macrista, todos agentes del pacto ajustador con el FMI. Por eso, AGD integra el Plenario del Sindicalismo Combativo, que lucha por una nueva dirección sindical, contra las de la CGT y las CTAs, estatizadas en la política del Frente de Todos.

A diferencia del programa de Unidad Docente, En Común nada dice del acuerdo con el FMI. Como trabajadores nacionales, tanto los activos como los jubilados, estamos en el foco del ajuste que apunta directo contra el presupuesto de las universidades públicas. Al igual que la amenaza a nuestro conquistado 82% y 85% jubilatorio, en la mira de la letra del memorándum con el FMI para arrasar con los regímenes especiales. Lo mismo la pérdida salarial permanente que comenzó con el desconocimiento de la cláusula gatillo arrancada con lucha al macrismo o la falta de presupuesto para terminar con los miles que trabajan sin salario, los ad honorem.

La postergación de dos años por la pandemia nos obligó a convocar a elecciones a muy poco tiempo de iniciadas las clases, después de una larga y desorganizadora virtualidad forzosa. La campaña electoral fue breve y nos dimos maña para una inmensa movilización en todas las facultades. Se montaron 31 mesas de votación, con 198 urnas, muchas durante los cinco días de la semana y a lo largo de trece horas diarias. Fuimos a buscar el voto del docente para organizarlo. En varias facultades afiliamos a nuevos trabajadores. Logramos más del doble del voto a la Multicolor en la elección de Conadu Histórica tres semanas antes. Nos superamos a nosotros mismos ante semejante desafío de dos elecciones seguidas, con tan poco tiempo entre ellas y de clases presenciales.

Además, como se eligieron 15 comisiones internas de facultades y escuelas de la UBA, se convocó a participar a toda la docencia no afiliada a ningún sindicato. De conjunto, fueron 2.208 los y las docentes que votaron, una excelente base para la deliberación y preparación de las acciones necesarias para pelear por la reapertura de paritarias y por la aplicación del convenio colectivo de trabajo en la UBA. Para AGD-UBA, cada elección constituye la oportunidad para disputar la conciencia de los trabajadores frente a las burocracias socias de las gestiones de la universidad y de las facultades. Esta vez no fue la excepción. En las difíciles condiciones de la ofensiva contra los trabajadores y la educación pública creció la AGD. Vamos por más, para formar parte de una nueva etapa del movimiento sindical argentino.