Los trabajadores de la cadena de heladerías Freddo se han visto afectados por la reestructuración emprendida por el grupo Pegasus, ligado a Mario Quintana, ex vicejefe de Gabinete de Macri. La patronal desarmó el call center y lo pasó a la plataforma Pedidos Ya!. Preparó el terreno con retiros voluntarios. Trasladó la producción a una nueva planta en Rosario. Cerró la fábrica de Capital, liquidando el convenio colectivo por empresa que está por encima del de Rama Heladerías. Y pasaría al conjunto de los locales que le quedan al sistema de franquicias. Tercerizaría, de este modo, el conjunto de la producción y distribución.

Esta reestructuración encontró resistencia entre los trabajadores. Los 60 obreros de la planta de producción en Capital ocuparon las instalaciones en su defensa, pero la conducción del sindicato pastelero los persuadió de reclamar el 200% de indemnización.

La patronal ofreció en el ex Ministerio de Trabajo una indemnización de 125% en lo formal o 150% informal si levantaban la ocupación, y la reubicación de 100 trabajadores (sobre 280 que quedan despedidos) sin especificar el destino.



Los trabajadores no cuentan con una dirección que defienda los puestos de trabajo y sus condiciones laborales. Esta se limitó a gestionar las indemnizaciones, en vez de volcar el conjunto del gremio para contrarrestar la presión patronal. Ni siquiera se convocó al cuerpo de delegados del sindicato; tampoco hizo una campaña pública hacia la población. Mucho menos, impulsó una pelea para que el convenio de empresa se transforme en el convenio de la rama.



La responsabilidad de la derrota en Freddo corre por cuenta de la conducción Verde de Hleblowicz y Grasso, cuya política es acompañar a Triaca en sus viajes por Europa. Aunque también es cierto que la Celeste y Blanca, pese a contar con representación en la fábrica y mayoría en los cuerpos de delegados de las grandes fábricas del gremio (y haber conquistado 2200 votos en las últimas elecciones de Comisión Directiva), tampoco montó una campaña.



Debemos tomar nota, la comisión directiva del sindicato pastelero está acabada. Necesitamos construir un cuerpo de delegados independiente de la patronal, el gobierno y las burocracias sindicales. Que defienda la totalidad de los puestos de trabajo y las condiciones laborales.