Sindicales

30/8/2012|1237

Fuera Gerardo Martínez de la Uocra

Por un nuevo sindicato nacional de trabajadores de la construcción

El proceso de descomposición de la burocracia de la Uocra se agudiza día a día.


Las patotas que lidera el ex agente y ex represor del Batallón de Inteligencia 601, Gerardo Martínez, siguen su raid de violencia sin fin.


Sólo en el último tiempo, estas patotas protagonizaron ataques en Río Gallegos, Atucha, Pico Truncado, Lomas de Zamora, Caleta Olivia, Viedma, Comodoro Rivadavia, Florencio Varela, Calafate, Quilmes, Sierra Grande, Reconquista, San Lorenzo y en Ushuaia.


Gerardo Martínez pretende imponer los métodos que aprendió a aplicar en la dictadura. Hay que impedir otro asesinato de un trabajador en la Argentina.


En la semana, una patota de Martínez intentó el copamiento de la sede del Sitraic -Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción-, ubicada en Temperley. El hecho tiene una clara explicación política. El Sitraic se ha transformado en una referencia para una enorme cantidad de trabajadores de la construcción que no resiste más los métodos del represor Martínez: golpear a los trabajadores, elegir delegados de obra a dedo y la abierta extorsión a las patronales por dinero en función de entregar las condiciones de trabajo.


Las manifestaciones de ruptura con la burocracia de la Uocra entre los trabajadores crecen. Ya se desafiliaron e hicieron otro sindicato los Dragones, en Comodoro Rivadavia, cansados de que se pactaran con las petroleras salarios de miseria para los trabajadores de la construcción. Ya lo hicieron los trabajadores de la Uocra en Tucumán, que han creado otro Sitraic. Lo han hecho centenares de trabajadores de la Construcción en Viedma; y ahora también los compañeros de Ushuaia. Si estas manifestaciones ya son públicas y declaradas, otros agrupamientos en distintos puntos del país -aún dentro de la Uocra- analizan romper definitivamente con la dirección del agente del Batallón 601.


Está claramente planteada la expulsión de Gerardo Martínez; no de la Uocra solamente, sino de cualquiera de las centrales obreras a la que pertenezca. En la OIT va a ser denunciado por diversas organizaciones gremiales. A pesar de haber sido descubierto como agente entregador de obreros bajo la dictadura, sigue teniendo un ingreso privilegiado a la Casa Rosada.


Las abrumadoras muestras de descomposición de Martínez son extensivas a todo su secretariado nacional, que debe renunciar por ser parte activa de la banda en que se ha transformado la Uocra. Martínez debe estar en el banquillo de los acusados, como Pedraza y la banda de la UF.


Es necesario que se desconozcan a los patoteros en todas las obras del país. Que se realicen asambleas para elegir los delegados y para terminar con la violencia.


El Sitraic ha tomado una importante iniciativa. Convocará en octubre a un Congreso de Trabajadores de la Construcción, en el que confluirán sindicatos y agrupaciones de todo el país, encuadradas o no encuadradas dentro de la Uocra.


El Congreso se propone darle a los trabajadores de la construcción una herramienta de lucha contra las patronales, instrumentar medidas de acción para mejorar sus miserables salarios y sus pésimas condiciones de trabajo, terminar con el trabajo en negro y crear un sindicato clasista y de lucha donde se ejerza la democracia sindical.