Sindicales

13/9/2007|1009

Fuera la patota de UTA y Roggio del Subte

La patronal y la burocracia de la UTA han desatado una enorme ofensiva contra los trabajadores del Subte.


No soportan que los trabajadores hayan obtenido con sus luchas un salario igual al costo de la canasta familiar.


No soportan que hayan logrado la conquista de las seis horas, no soportan que estén luchando por la obtención de una jubilación del 82% móvil.


No soportan que denuncien que la empresa no invierte los enormes subsidios que les da el Estado en el mantenimiento de la infraestructura y las formaciones de trenes.


El Cuerpo de Delegados del Subte fue elegido con el voto del 80% de los trabajadores.


Sin embargo, la burocracia sindical de UTA ha instalado, sin ningún mandato gremial, a más de 30 agentes ‘rentados’, con la complicidad del grupo Roggio, con la función de provocar a los delegados y activistas y oficiar de rompehuelgas.


Se trata de un grupo de matones dedicado a crear violencias en los lugares de trabajo.


Es el método que el gobierno ha aplicado ya más de una vez, por ejemplo en el Hospital Francés.


Es el método anti-sindical del fascismo.


La burocracia de la UTA ha desatado una verdadera guerra contra el activismo.


Hay amenazas telefónicas y se ha golpeado a la familia de un compañero en su propia casa.


Ahora, la UTA ha comenzado a enviar los “siniestros” telegramas para armar un “tribunal de ética”, con la finalidad de quitarles los fueros sindicales a los delegados y viabilizar sus despidos.


Fuera los matones de las líneas.


Que se pronuncien los movimientos sindicales que luchan.


Que se pronuncien las centrales obreras y sindicatos de todo el mundo.


Que se pronuncien las asociaciones de abogados laboralistas.


Que se pronuncien las organizaciones de derechos humanos.


Los representantes de los trabajadores los eligen los trabajadores del Subte: no la burocracia sindical trabajando en común acuerdo con la patronal.


Por la defensa de las seis horas conquistadas, por la seguridad en los trenes.


No a un nuevo Lapa, no a un Cromañón subterráneo.


No a una nueva masacre como la sufrida por los trabajadores de Rio Turbio a manos del kirchnerista Taselli.


No a una tragedia como la ocurrida con el subte de Valencia, España.


Sí al 82% móvil. Sí a las asambleas generales soberanas.


Fuera la patota de la UTA del Subte.