En el caso del gremio de aeronavegantes confluyen una violenta descomposición de la burocracia sindical y el acompañamiento de los funcionarios del gobierno de Kirchner.

Los funcionarios del Ministerio de Trabajo avalaron el fraude perpetrado por la Verde de Alicia Castro contra la Lista Celeste. Esta presentó un recurso jerárquico al ministerio y entonces fue el propio Tomada el que puso las “huellas digitales” ratificando el fraude.

La Celeste recurrió a la Justicia y la Cámara del Trabajo, en un fallo ejemplar, hizo lugar al reclamo. El fraude era de tal dimensión que hasta la jueza en su sentencia reconoce que la Verde, con una impunidad escandalosa, directamente metió votos con la mano.

Lo que siguió después fue la aberrante presión, primero del propio Tomada, intentando dilatar la entrega del sindicato hasta convocar nuevas elecciones. Luego, ante el rechazo de la Justicia a esta intervención ministerial, se armó un operativo para que no intervenga la policía dejando al sindicato bajo el control de 200 matones que nunca subieron a un avión en sus vidas.

Luego de un intento fallido de recusar a la jueza, la burocracia de la Verde logró postergar el allanamiento, pues otra vez 200 matones coparon las puertas del gremio y tirándole un posible “muerto” en riña a la jueza.

Tomada y Fernández

Tomada está institucionalizando fraudes de todo tipo. No sólo en este caso, también lo hizo a favor de Zanola, a pesar de que ya se sabía que lo mandarían preso por estafas reiteradas; y con el Suteba La Plata, que en los próximos días recurrirá a la Justicia por un fraude tan escandaloso como el de aeronavegantes.

La desvergüenza de Fernández es tal que quiere convalidar un fallo de un juez de Lanús que da ganador a los verdes en 2009, pero los verdes estafaron a los celestes en 2006 y en el tiempo transcurrido fueron despedidos –con la anuencia de la Verde– activistas de la Celeste (Clarín, 21/12).

Corresponde que la lista ganadora cumpla el mandato íntegro que les fue birlado con la anuencia de la patotas sindicales y políticas. Fuera Brescia y Alicia Castro de Aeronavegantes. Que se entregue el gremio a la Celeste. Fuera Tomada y Fernández, agentes de las patotas de la burocracia sindical y del gobierno.