Sindicales

31/7/2014|1325

Ganancias y despidos: la lucha parlamentaria

Sergio Massa, a través de José Ignacio de Mendiguren, montó una actividad de campaña por el impuesto al salario sin alcance alguno. Para colmo, en función de proyectos que plantean retoques al mínimo no imponible, cuyo futuro ya conocemos: que los próximos gobiernos sigan teniendo un arma de confiscación del salario.




Foto de Ignacio Smith
Foto de Ignacio Smith

De Mendiguren, el ex presidente de la UIA, es titular de la Comisión de Seguimiento Tributario, donde no está ninguno de los proyectos sobre el tema. En segundo lugar, el massismo tiene allí sólo dos diputados, de manera que no puede ni sesionar en minoría. Es un acto de propaganda.

La convocatoria a las centrales sindicales es una maniobra sin destino. Después de cuatro sesiones especiales que llegaron a tener 104 diputados, la iniciativa del massismo atrasa y delata el completo desinterés de ir por más, ayudando a la movilización de la clase obrera por el tema. El interés “social” de De Mendiguren quizá se relacione con las presiones de la UIA al gobierno para que los trabajadores no planteen a las patronales -como efectivamente ocurre- que ellas absorban el impuesto mientras el gobierno no mueve el mínimo ni las escalas. Algo lógico y legítimo para que la carga impositiva pase por el capital y no por el trabajo.

Nuestro propósito es romper la tregua “invernal” del parlamento para volver a la carga no sólo con la abolición de ganancias en los salarios convencionales, sino también -como ya logramos en las dos últimas sesiones especiales- incorporando la cuestión de despidos y suspensiones. Recordemos que en la última sesión, la ordinaria, logramos colocar la “preferencia” por nuestro proyecto de prohibición de despidos y reparto de las horas de trabajo, la que obtuvo 100 votos.

La convocatoria a todas las centrales puede ser parte de una hoja de ruta que nos lleve a seguir el “plan de lucha” parlamentario por ganancias y por despidos, dos de las principales prioridades del movimiento obrero. Una nueva sesión especial puede ser la oportunidad de una gran movilización obrera por estos temas. Gobierno y oposición no deberían preocuparse por las “fuentes de financiamiento”, cuando la banca ganó el 86% más que en 2013, en los primeros cinco meses del año. Y cuando la crisis con los buitres ofrece la oportunidad de repudiar toda la deuda ilegítima y usuraria


Nestor Pitrola