Los 16 días de ocupación de Recali-Agropa ponen a estos talleres en una posición de vanguardia contra los vaciamientos, quiebras, cierres y atrasos confiscatorios en los pagos de las patronales del sector.

Los gráficos de Crónica, por su lado, han impuesto a fuerza de autoconvocatorias la asamblea general del diario. En ella, la moción de huelga general perdió por sólo diez votos.

La burocracia sindical ongarista jugó en Crónica todas sus fichas en función de una tregua de 20 días. Busca desconectar esta lucha de los conflictos de Estrada y de Recali. En Estrada ha impuesto la espera pasiva del fin de la conciliación obligatoria para desembocar en el cobro, sin chistar, de las casi 100 indemnizaciones. En Crónica maniobra con unas jubilaciones adelantadas, que no guardan relación con el atraso en los pagos y sólo preparan el camino del achique de personal.

En Recali, en cambio, no aparece ninguna solución y la patronal y los administradores de la quiebra y la convocatoria, apuestan al desgaste por hambre. En Quebecor crece la inquietud de todos los trabajadores por el cierre, en dos meses, de una sección de 40 compañeros. Incluso La Nación atrasa pagos en la misma tónica de decenas de otros talleres. Atrasan los pagos hasta ciertos talleres desindicalizados que abonan salarios de 250/300 pesos.

El cuadro de derrumbe industrial, la ofensiva flexibilizadora, las tercerizaciones (en Morbillo los depósitos; en Estrada traslado a La Rioja y a terceros) implican una verdadera reconversión capitalista, como capítulo siguiente a las adquisiciones de las principales empresas por los monopolios de la actividad. Tal el caso de Interpack que absorbió a la competencia, Farmográfica y Guedikian.

Recali cortó Callao con un combativo piquete el miércoles 11, frente al Ministerio. Marcó el camino. La Naranja impulsa la autoconvocatoria de los talleres en lucha, ganar la calle y colocar los conflictos no sólo frente a las patronales sino también frente al Gobierno. La base de Crónica está firmando un petitorio pidiendo un plenario de delegados para esto. La Naranja impulsa también un pronunciamiento de delegados del gremio para imponer el plenario. Se trata de movilizar con o sin el sindicato y, en el caso de Recali, de garantizar con toda la fuerza social del gremio un fondo de huelga capaz de sostener a las familias en lucha hasta quebrarle el brazo a la patronal.

Llamamos a todos los trabajadores gráficos a impulsar estas medidas.