Sindicales

28/6/2007|998

Garantía horaria a los obreros

Ningún subsidio a las patronales

Hay más de 4.000 empresas con cortes de energía (que en conjunto suman más del 40% de la demanda total de las empresas) y otras 900 con restricciones de gas (Clarín, 27/6). Decenas de miles de obreros se ven afectados crecientemente, por suspensiones.


A raíz de la “emergencia”, el gobierno constituyó un comité de crisis entre Planeamiento -de De Vido-, Economía y la Unión Industrial. ¿Las organizaciones obreras? Bien, gracias.


Lógicamente, las resoluciones de semejante comité se “olvidaron” de los obreros: gasoil subsidiado para los industriales y un descuento del 20% en el recargo que se les cobra a las empresas desde enero pasado por el consumo, importe destinado a un “fideicomiso” de obras públicas… como el de Skanska.


Para enfrentar la crisis energética que resulta de la falta de inversión en obras, se vacía el fondo destinado a esas obras. La medida subsidia a las patronales que, sin embargo, descargan las suspensiones sobre los obreros. Y por último no establece disposición alguna que obligue a rebajar los precios sobre cuyos costos ya están aplicados estos tarifazos precedentes.


La UIA, reunida durante seis horas por la crisis que empezó a frenar la producción industrial, “reafirmó su adhesión al modelo” (ídem). No es para menos: han transformado la crisis energética en un negociado.


Que se hagan responsables de la crisis, que es consecuencia de la “huelga de inversiones” para presionar por un tarifazo general, de la corrupción de los “fideicomisos” y de todo el esquema privatista de saqueo de los recursos.


En la industria automotriz rige el sistema del 75% de bolsillo ante las suspensiones, pero igual pierden los trabajadores. El Partido Obrero impulsa asambleas en todas las fábricas afectadas para que las patronales y el Estado garanticen el salario de acuerdo al mejor mes de los últimos seis, en blanco y con contribuciones sociales y previsionales, mediante un fondo de garantía horaria bancado por las patronales y el Estado. Reclamamos una definición a todas las organizaciones obreras y especialmente a la CGT y CTA, preparando una movilización de los trabajadores ante un invierno que recién comienza.