Sindicales

12/8/2004|863

Golpe al trabajo en negro

Hace años que un peladero de pollos funcionaba gracias a un centenar de obreros que trabajaban en negro, durante más de 10 horas por jornada, cobrando 60 pesos por semana. Tanto eran hu­millados, que se consideraban efectivos los que trabajaban todos los días.


Esta empresa estaba en quiebra y la arrendaron sucesivos capita­listas; el último llegó a adquirir una deuda insostenible, pero valiéndo­se del aparato del Estado -algunos senadores y diputados-, logró una ley de expropiación y la constitución de una cooperativa; el 80% de la empresa le pertenecía y a los obreros les “entregaba" el 20%. O sea que se quedaba prácticamente con todo, sin cargas sociales y gracias al esfuerzo de los obreros-‘socios’en la cooperativa-las deudas que­daban atrás. Una gran maniobra de rescate estatal de un capitalista.


Los trabajadores recurrieron al Sindicato de la Carne, que recien­temente había echado a la burocracia local y lograron suspender la maniobra.


Aparecieron dos empresarios y uno de ellos compró la empresa (por supuesto, porque le significaba un buen negocio).


Pero los trabajadores lograron imponer sus condiciones; 120 obreros están siendo contratados, durante tres meses cobrarán el doble de lo que se ganaba en el peladero y luego pasarán a traba­jar bajo convenio con un mínimo de 700 pesos mensuales.


Este triunfo fortalecerá a los trabajadores de la carne para orga­nizarse y luchar por más.