Sindicales

27/1/2005|885

Golpe de gracia a la escuela técnica


El 25 de noviembre, con un acto en la Casa Rosada, se le puso el moño al proyecto de Ley de Educación Técnico Profesional.


 


El proyecto define que “la Educación Técnico-Profesional se enmarca en los principios, finalidades y criterios enunciados en la Ley Federal de Educación y en la Ley de Educación Superior”, la cual ha provocado el retroceso educativo más profundo del que se tenga memoria.


 


Abarca, dice, la “gestión estatal y privada” (¡subsidios!) , con “programas para y en el trabajo”. Plantea “incorporar y desarrollar la cultura del trabajo y la producción en los programas (…) estableciendo convenios con sectores productivos , que aunque no formen parte del sistema educativo, asumen acciones de capacitación informal en el trabajo ” y “regímenes de alternancia y pasantías, de estudiantes y docentes en ámbitos laborales o entornos productivos”. Tenemos así configurado el intento de arrojar la educación técnica a la voracidad capitalista, extrayendo más ganancias del trabajo gratuito de los alumnos y los docentes. En lugar de una enseñanza general y abarcativa, los planes de estudio estarán dictados por las necesidades prácticas de un proceso productivo particular.


 


La ley habla que se debe “continuar aprendiendo durante toda la vida activa”. Es decir, promete una continua pasantía .


 


El gobierno, sin embargo, no esperó la sanción de esta ley. Ya está en marcha el Programa Vinculación Empresa-Escuela, con 30 escuelas técnicas de Córdoba, Ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires, con todas estas características que describimos.


 


Inclusive la capacitación de los docentes dictada en la empresa por parte de los profesionales y gerentes. Se anotaron Acindar, Clarín, Techint, Petrobrás, Repsol, Coto, Telecom, IBM, Arcor, Bayer y otros.


 


Todo esto configura un gran subsidio para los capitalistas, que se verán liberados de pagar el entrenamiento de empleados. Ahora todo será gratis con esta ley; cualquier empresa podrá armar una escuela técnica, establecer sus planes de estudio, reclutar allí sus empleados y “formarlos” en “sus” procesos productivos (que, por otra parte, irán cambiando de acuerdo a las necesidades empresariales).


 


Para reforzar el papel de los capitalistas en la educación técnica, se incorporará a los “actores sociales de la relación educación-trabajo” o su dirección, y se le otorgan cargos en el nuevo Conet-P al “sector empresario industrial, del agro y de servicios”.


 


 


¿Y Ctera dónde estaba?


 


Quince días antes del anuncio oficial, Ctera hizo su puesta en escena para “recuperar la escuela técnica” en el Otto Krause, con una convocatoria a técnicos de todo el país.


 


Stella Maldonado, secretaria de Educación de Ctera, dijo textualmente: “No participamos del Inet durante 10 años, pero en este último período participamos para debatir la reindustrialización del país y las escuelas técnicas”. Es decir que ¡estaban al tanto de este engendro que se transformó en este proyecto de ley, y no alertaron al gremio para enfrentarlo y no impulsaron ninguna movilización de todo el país!


 


El encuentro planteó girar sus conclusiones al ¡Parlamento!


 


El gobierno sigue adelante con mercantilizar la educación y profundizar la aplicación de la Reforma Educativa, que desmembró el sistema único nacional. Por eso hoy tenemos 24 regímenes distintos. Estas reformas están asociadas indisolublemente a la liquidación de las conquistas contenidas en los Estatutos del Docente.


 


Para hacer de la enseñanza un negocio tienen que liquidar el salario, precarizar las condiciones de trabajo y quebrar la voluntad de lucha de los docentes que defendemos la educación estatal, laica y gratuita.


 


El conjunto de los trabajadores y el movimiento estudiantil tenemos que encaminarnos a enfrentar este engendro privatista de la educación pública, luchando hasta derrotarlo definitivamente.