Sindicales

22/7/2004|851

Gráficos: La provocación de la burocracia tuvo su respuesta

María del Carmen Martínez, ex delegada gráfica, ex congresal Naranja, agredida por la patota de la burocracia ongarista.


El repudio al ongarismo por los despidos en la obra social se extiende en el movimiento obrero y entre los gráficos.


La gran campaña de denuncia que desde hace más de veinte días venimos desarrollando en la puerta de la clínica central se ha vuelto intolerable para la burocracia.


Infructuosamente han intentado sacarnos de allí, mediante la acción desembozada de grupos de choque, de jubilados primero y de patoteros a sueldo después. La propia Comisión Directiva en pleno se ha “movilizado” reiteradamente.


La semana pasada, una treintena de “aparatos”, más un grupo de empleados de la clínica que fueron forzados a salir, montaron una suerte de piquete para bloquear un acto por la reincorporación que igualmente se hizo, aunque no en la puerta como estaba previsto sino en la esquina de Alberti.


A partir de entonces las hostilidades de parte de la patota contra los compañeros que mantuvieron la actividad en la puerta durante toda la semana, fueron creciendo hasta llegar el día jueves directamente a la agresión física. Un conocido matón del sindicato golpeó en la cara a nuestro compañero Gabriel Beati (que pesa unos 40 kilos menos que su agresor), intimándolo a no aparecer a menos de cien metros del lugar.


Al día siguiente, una nueva concentración chocó otra vez contra el intento de impedirnos llegar a la puerta de la Obra Social. La directiva en pleno, junto al aparato de “asesores” y un ínfimo puñado de delegados, armaron un cordón en plena avenida Belgrano al tiempo que hacían ostensible la portación de armas e insultaban a nuestra columna.


Esta situación se prolongó varias horas. Una delegación de la Naranja incluso se entrevistó con la burocracia para anunciar que pretendíamos hacer un acto en la puerta y que debían despejar la calle, lo que fue rechazado.


Este empecinamiento del aparato sindical, su actitud provocadora, terminaron desatando la reacción del Polo, que corrió a los ya no tan desafiantes matones hasta la entrada del edifico.


Los trabajadores de Brukman, Sergio Sosto (secretario de Prensa de Foetra Buenos Aires), una representante de los deudores hipotecarios, varias comisiones internas gráficas, Antonio Bitto del MTR, Néstor Pitrola y Gabriel Beati tomaron la palabra para denunciar la cobardía de la burocracia sindical y ratificar la voluntad inquebrantable de continuar la lucha por la reincorporación de los compañeros despedidos.