Sindicales

11/4/2016|1406

Gráficos: paritaria “corta” (en todo sentido)

El 15 de abril: ¡Vamos con La Naranja!


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Luego de un mes de negociar en sigilo, el sindicato y la cámara empresaria arreglaron un aumento salarial de un 25 por ciento en seis meses (los primeros tres excluirían las contribuciones patronales) y dos cuotas de 1.000 pesos.


El acuerdo, que se anunció en un plenario, ya venía “cocinado”. La Naranja, a través de las intervenciones de Miguel Bravetti y de Pablo Viñas -atentamente escuchados por todos los delegados- denunció esto y defendió el mandato de sus talleres, consistente en rechazar la paritaria “corta” y reclamar 45 por ciento en una cuota, más la suma compensatoria de 6.000 pesos “prometida” por el gremio, que nunca apareció.


La trampa de la paritaria “corta”


Como es sabido, la inflación proyectada supera el 50 por ciento anual. Aunque Macri diga “para la tribuna” que espera una desaceleración drástica de los precios en el segundo semestre, eso difícilmente ocurra. El cálculo que hacen las patronales es que en unos meses se producirá el piso de la caída industrial. El propio Juan Carlos Sacco, presidente de la Faiga (cámara patronal) y vice de la UIA, auguró 200 mil despidos en la “pequeña y mediana empresa” (la mayoría de nuestro de gremio corresponde a esa categoría).


La mesa negociadora, en su informe al plenario, reconoció que son las patronales las que promueven convenios por seis meses, “como en Comercio”. Justamente, porque especulan con que cualquier negociación futura tendrá lugar en un contexto más desfavorable aún para los trabajadores.


Mientras la Faiga se mantuvo inconmovible frente al reclamo del bono durante todo el verano, la paritaria pudo cerrarse -según el gremio- por la movilización de la semana anterior.


Caben dos señalamientos: 1) Fue La Naranja la que paró sus talleres y concurrió en masa, aportando la mayor columna y obligando incluso a la Verde a moverse de urgencia, y 2) si esa primer convocatoria, apenas difundida, permitió elevar la oferta inicial queda claro que fue criminal cancelar un proceso que daba para mucho, firmando algo que no sale de los moldes de la “paritaria testigo” de Comercio.


Paritaria y elecciones


El acuerdo es presentado por el sindicato como un triunfo. Desde ya, significa  un alivio para el castigado bolsillo gráfico; pero el 25 por ciento está lejos de compensar el deterioro de una escala que sigue integralmente por debajo de la canasta familiar.


La paritaria es “corta” en todo sentido; aunque los despidos que arrecian en todo el gremio -como se pudo comprobar por las intervenciones en el plenario- son un factor que objetivamente pesa a favor de del acuerdo.


Enfrentamos una verdadera sangría que la directiva trata de disimular. Darío Sosta (de La Nación), por ejemplo, ni mencionó que la patronal de los Mitre acaba de poner en la calle a varios efectivos y decenas de contratados (algunos con años de antigüedad); igual silencio mantuvo el actual candidato a adjunto Jorge Thierbach, sobre los despidos en la ex Ciccone.


La directiva no tuvo ni tiene el propósito de enfrentar el ajuste que está en marcha. La “resistencia” al gobierno proclamada por la Verde se reduce a intentar  “acumular para el retorno del kirchnerismo”. En lugar de ocuparse de organizar al gremio contra los despidos y los tarifazos, el ongarismo se enfrasca en las transas de la interna pejotista.


La debacle de los “nac&pop” es imparable, en la interna y sobre todo entre los trabajadores que buscan un canal contra el ajuste. Ese canal solo lo representa, como lo ha demostrado en la lucha por el salario, La Naranja; la única lista en estas elecciones que puede exhibir resultados y conquistas.


Llamamos a los gráficos a impulsar y votar masivamente a La Naranja el 15 de abril.