En una elección plagada de irregularidades, la Lista Violeta obtuvo 451 votos contra los 478 votos de la burocracia de Sánchez. Los padrones fueron entregados 24 horas antes y se inventaron urnas volantes, con el aval del Ministerio de Trabajo, que no dio respuesta a los reclamos anteriores de la Violeta. Los apoderados de la lista pidieron la impugnación de la elección y una nueva convocatoria.

Sin estas matufias, Sánchez se quedaba sin sindicato. En los sectores operativos fue derrotado por paliza.

La votación de la Violeta da tela para recuperar efectivamente el gremio, para lo cual hay que proceder a una profunda movilización.

El Ministerio de Trabajo y las patronales telefónicas han sido siempre socios de Sánchez. Ahora, lo serán más que nunca, con la discusión de las paritarias. Telecom y los pulpos de las telecomunicaciones no quieren ceder un centavo de los millones que están embolsando; el gobierno nacional quiere mantener los aumentos salariales por debajo del 16,5%.

No podemos dejar las paritarias en manos del entregador Sánchez. La gran elección de la Violeta muestra que podemos organizar reuniones, asambleas y una profunda movilización en el gremio para imponer delegados paritarios electos por asamblea, para luchar por un salario mínimo igual a la canasta familiar (hoy 2.400 pesos) y aumento general para todas las categorías, por el aumento del monto por antigüedad (2% anual), por el respeto a la jornada de 7 horas y 6:30 horas para tráfico.

Las paritarias deben servir también para plantear la incorporación a convenio telefónico de todos los tercerizados. Podemos fortalecer nuestra lucha sumando a los cerca de 20.000 jóvenes que trabajan en los calls centers con convenios negreros, firmados por la burocracia del sindicato de Comercio. Lo mismo sucede con los trabajadores de plantel agrupados con el convenio de Uocra.

La Violeta recibió un mandato. Hay que ejecutarlo.

¡Fuera Sánchez del Soetc! ¡Impongamos la agenda de los trabajadores telefónicos en las paritarias!